PELLÍZQUENME
nes desde el INE y el Zócalo capitalino. Nos divertimos gritando como en las luchas. Lorenzo Córdoba Tatanka, divagaba y alargaba la difusión del resultado; le gritábamos: “¡Concreta!”, ¡a lo que veniste!”, “¡Me van a cerrar el Metro!”, etcétera.
Cuando el Peje habló en el Zócalo tampoco se libró de la carrilla con el concurso AtínalealPeje, que consistió a adivinar la siguiente palabra (pues habla muy lento) y quien le atinaba no pagaba.
Allí estaban las Reinas Chulas: Ceci Sotres, Nora Huerta; faltó Ana Francis Mor (quien hallábase en Ginebra) y Marisol Gasé llegó en la madrugada, después de 17 horas de estar culiatornillada, contando votos. Le gritamos: ¡Pre si denta, de ca silla! Llegó molida, acompañada del Señor González y Livdeep Yoguini. Continuó el relajo, el brindis, el espíritu satisfecho y yo que todavía no me la creo. Voto de castigo Muero por ver las caritas de varias lacras que se relamían con su soñadas pluris. Ja, ja.
Al Peje no la van a alcanzar dos sexenios para investigar, juzgar y castigar a tanto malandrín de la mafiaenel poder (sin desdeñar a los de mi querida CdMx: los golpeadores que reventaron el mitin de Morena en Coyoacán; los tiras del Sector Hormiga que levantaron al estudiante Marco Antonio Sánchez; el candidato del PAN-PRD, Ismael Figueroa, sospechoso del asesinato del bombero Javier García Salinas).
Peje, si lees esto, tampoco te olvides de quitarle su pensión a Fox. Gracias. #TeAMLOViejito.