Podría vender el acuerdo como que el mexicano aceptó su negociación”
rápidamente a los cambios en las condiciones”.
Una cosa que ella pretende cambiar es lo que piensa Trump sobre el déficit comercial de EU con México.
Al usar un método de valor agregado de contabilidad comercial —donde, digamos, un televisor ensamblado en México con 80 por ciento de componentes asiáticos solo se contabilizaría como 20 por ciento, no 100 por ciento mexicano—. “EU tiene un gran superávit con México”, dijo. “Quiero anunciar que lo que realmente ocurre es que México tiene un déficit”.
México y Canadá no son el problema para Estados Unidos, agregó.
“Si se termina el TLC, el déficit con China se va a profundizar... el problema es China”.
Mientras tanto, México espera aprender de la misma China y obtener inversiones chinas, ya que el gobierno entrante planea aumentar la inversión en proyectos de infraestructura.
Pero Márquez también quiere fomentar la transferencia de tecnología y el talento nacional al lograr que los inversionistas extranjeros fi nancien a profesores de ingeniería, matemáticas y ciencias en universidades públicas mexicanas quienes después también trabajarían en sus empresas.
Márquez, cuya tesis de Harvard fue sobre la economía política del proteccionismo mexicano a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, rebatió la idea de que López Obrador tenía una visión estatal de la economía y el comercio.
Dijo que impulsar la producción nacional no solo podría fortalecer la economía de México sino también abrir nuevos nichos de mercado, como la exportación de mole artesanal, una pasta de chile y chocolate o la venta de agua de coco a los millennials. “Durante años hemos creído que los mercados extranjeros son la única alternativa, así que llegamos desde un extremo”, dijo. Pero en comparación con 1980, cuando México tenía más de 2 mil empresas estatales, en la actualidad solo hay unas cuantas. “No volveremos al pasado”, dijo.