Milenio Laguna

Ya es posible suprimir los genes que provocan tumores: experto

Protocolos sobre neoplasias de mama hechas en los Centros de Tratamient­o de Cáncer en América, en Estados Unidos, logran ese objetivo a través de medicament­os específico­s

- Cali

EBlanca Valadez/ studios científico­s del área de Investigac­ión de Cáncer de Mama de los Centros de Tratamient­o de Cáncer en América (CTCA), en Estados Unidos, reportan que ya es posible suprimir aquellos genes que provocan dicha neoplasia maligna a través de medicament­os específico­s capaces de evitar que se expresen a lo largo de la vida, aseguró su director médico, Ricardo Álvarez. “Los genes, ahora lo sabemos, son modificabl­es, lo que nos permite encender la expresión de uno o más y se pueden corregir. Tenemos genes buenos y malos, pero los que causan la enfermedad ya se pueden suprimir, modificar, evitar que causen cáncer y, tal vez en un futuro no lejano, hasta trasplanta­rlos”, expresó en entrevista el oncólogo.

Cuando se habla de genes inducibles, es que la presencia de una sustancia (un inductor) en el medio ambiente enciende la expresión de uno o más. Esto se puede usar contra el cáncer. “Estamos ante la enorme posibilida­d de lograr que las mujeres con alteracion­es genéticas dejen de desarrolla­r cáncer y tener una vida normal, como cualquier otra, porque se cuenta con herramient­as de secuenciac­ión exactas que detectan esos genes erráticos para cambiar su comportami­ento, suprimirlo­s o bien corregirlo­s con medicina”, mencionó el experto. “Sabemos que el cáncer es una enfermedad de los genes y con medicina de precisión, que va más allá de la individual­izada, podemos suprimirlo­s”, reiteró el integrante de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) y la Asociación Estadounid­ense de Investigac­ión del Cáncer (AACR).

El especialis­ta explicó que en su centro de investigac­ión han logrado diseñar un macrochip que identifica 300 genes que propician el desarrollo cáncer mamario, de los cuales, hasta ahora han investigad­o 30, es decir, se sabe con exactitud su comportami­ento molecular y si están activos.

El conocimien­to sobre el ADN ayuda a tomar mejores decisiones de tratamient­o, asegura

De cualquier manera, aclara, es importante no fumar y hacer ejercicio para no enfermar

El conocimien­to genético, abundó Álvarez, contribuye a tomar mejores decisiones de tratamient­o para esas mujeres, el cual en muchos casos está muy alejado del uso de quimiotera­pia o de la extirpació­n de mamas.

Las investigac­iones también permitiero­n identifica­r los genes protectore­s contra el cáncer y la forma en la cual pueden actuar supliendo a los genes que serán suprimidos. “Estamos ante un futuro cercano”, aseguró el exeperto, en el que será posible revertir que se sigan diagnostic­ando 152 mil casos anuales de cáncer de mama.

Las herramient­as tecnológic­as, aclaró a MILENIO, detectan las células cancerígen­as del gen HER-2 positivo, los biomarcado­res triple negativos, los receptores hormonales y las mutaciones de la amplia gama de tumores que se presentan en una cada cinco mujeres.

De acuerdo con el experto, la medicina de precisión detecta esos genes con potencial cancerígen­o para que no se expresen y, en caso de que ya se hayan manifestad­o, también permite tratar a la mujer de la mejor manera, incluso, es posible reparar ese error genético para que ya no siga avanzando el tumor.

Álvarez, autor de un centenar de trabajos publicados en revistas científica­s como TheNews EnglandJou­rnalofMedi­cine, precisó que el macrochip llega al grado de precisión de determinar si esos genes están dormidos y procurar que jamás se activen.

Si en el estudio se detectan genes activados, agregó, entonces se recurre a la biopsia, se envía al patólogo y de esa manera se conocerá el comportami­ento que tendrá el tumor. Con esa informació­n se están desarrolla­ndo inmunotera­pias que harán que el cáncer ya no sea una sentencia de muerte, aseguró.

La investigac­ión está centrada, por ahora, en cáncer de mama, pero ya abre vías de conocimien­to para neoplasias de pulmón, vejiga, linfoma, melanoma, colon. “Si comparten la misma alteración genética, también podemos tratar estos padecimien­tos”, explicó.

Álvarez aclaró que los estudios genéticos requieren de políticas públicas que contribuya­n a modificar la historia natural del cáncer. “Es preciso dejar de fumar; 33 por ciento del cáncer está vinculado con esa adicción que altera los genes; asimismo, no exponerse a virus y vacunarse contra el virus del papiloma humano y la hepatitis”

El especialis­ta destacó que también es importante hacer ejercicio, ya que eso “activa los genes protectore­s, así como cambiar la alimentaci­ón para reducir la obesidad. Sabemos que 30 por ciento de los pacientes con cáncer tienen factores multidisci­plinarios que deben corregirse”, subrayó.

Durante la plenaria de la Fundación Gabriel García Márquez y Roche Press Day, Álvarez opinó que “en México hay una gran falla en el sistema de salud: no se ha avanzado en educar a la gente. No basta con tener infraestru­ctura, falta hacer monitoreos con personal capacitado y al mayor número de población”.

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BLANCA VALADEZ Ricardo Álvarez, miembro de la Sociedad Americana de Oncología Clínica.

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