Tropas estadunidenses desembarcan en México
En el encabezado del diario La Opinión del miércoles 7 de abril de 1920, se informaba sobre la llegada de tropas americanas que llegaban a tierra azteca
Se informaba que habían desembarcado hasta cinco buques de guerra en las costas de Baja California sur, lo cual fue catalogado en ese tiempo como una invasión y atropello.
Por tal hecho, el presidente Carranza pidió informes detallados sobre el suceso a las autoridades de Bahía Magdalena por lo que los capitanes fueron invitados a zarpar de inmediato mandando levantar las tiendas de campaña.
El miedo no andaba en burro, pues los americanos indicaron que sólo habían llegado a México en búsqueda de un corral para abastecer a sus tripulaciones, pero había incertidumbre ya que así solían conquistar los americanos nuevos territorios.
Mientras esto pasaba, se daba el pitazo de que Francisco Villa intentaba introducir de contrabando armamento y parque, esto después de telegramas recibidos desde la capital del país donde indicaban que Villa pretendía acercarse a la frontera con Estados Unidos para pasar todo producto y armamento.
Las autoridades estadounidenses alertaron a los guardias de seguridad de la frontera específicamente en El Paso Texas con poderosos reflectores para mantener iluminado el territorio mexicano para evitar el paso del bandolero.
En noticias referentes a los Ferrocarriles Nacionales, los cuales se estaban expandiendo, se detellaba que se le habían hecho ofrecimientos a esta empresa mexicana por parte de la industria ferrocarrilera gringa, en la cual se construirían nuevas vías que unieran ciudades desde Filadelfia y San Luis Misuri hasta el territorio mexicano.
Por su parte, hablando de ferrocarriles, uno de pasajeros que se dirigía a Ciudad Juárez fue asaltado y dinamitado haciendo que descarrilara, sin embargo la escolta militar que iba a bordo evitó, por lo menos, que los tripulantes resultaran ilesos.
Los hechos ocurrían un día antes cuando horas después de salir rumbo a la frontera, cerca a la estación de Ceballos, Durango, una bomba de dinamita colocada en las vías estalló para luego salieran a flote un grupo de bandoleros villistas que estaban ocultos.
Después se desató un tiroteo entre los guardias del tren y los villistas por cerca de 20 minutos haciéndolos huir con varios de ellos heridos. como saldo del tres, se despegó la máquina del resto de los vagones.