Norman Rosalío Hernández Moreno,
Profesor de primaria en Petronilas, “presume” los logros de sus alumnos
Originario del municipio de Matamoros, Norman Rosalío Hernández Moreno de 29 años de edad y profesor de primaria en la comunidad de Petronilas, ha logrado en dos ocasiones que sus alumnos obtengan los primeros lugares en la Olimpiada Nacional del Conocimiento y asistan a la convivencia Nacional y Cultural a la Ciudad de México.
Con apenas seis años de servicio como docente, Norman se cuenta con una certificación como evaluador de docentes a nivel nacional, capacitación que asegura requiere de tiempo y compromiso para poder evaluar el proyecto de enseñanza de maestros de entidades como Oaxaca, Veracruz, Ciudad de México, Chiapas, Sonora, entre otros.
“Es un proceso largo, es un proceso que dura un año, me certifiqué a través del Ceneval y a partir de ahí me mandan hablar cada vez que hay períodos de evaluación en noviembre y en mayo para evaluar a maestros de todo el país”.
El haberse certificado a nivel nacional como evaluador, asegura, le ha brindado la oportunidad de tener una visión de las condiciones educativas en cada entidad, tal es el caso de Oaxaca y Veracruz, en donde existe gran deficiencia en infraestructura, pero que a pesar de las necesidades los maestros hacen su trabajo lo mejor posible.
“Mucha deficiencia en muchos aspectos, de infraestructura, material, se nota que hay muchas más necesidades, es mérito de los maestros que a pesar de las condiciones hacen su trabajo”.
Señala que para dedicarse a la docencia, tiene que existir vocación, compromiso y amor a su trabajo. “Ahorita la función docente es nada más cumplir un trabajo, pero habemos gente que sí tiene vocación y amor a su trabajo, porque cuando amas lo que haces no te cuesta nada, lo disfrutas”.
Desde hace seis años, Norman Rosalío, se desempeña como maestro de quinto y sexto grado en la escuela primaria Miguel Hidalgo en el Ejido Petronilas y cuenta con poco más de 30 alumnos, lo que representa un doble esfuerzo, ya que al llegar con él empieza a prepararlos para participar en concurso académicos.
Egresado de la escuela Normal de Torreón, manifiesta que al llegar a la comunidad de Petronilas, fue fácil integrarse a la convivencia de los habitantes, pues existe un arraigo de respeto por la docencia.
“Me siento parte de la comunidad, hay mucho respeto por parte de la gente, ese respeto que muchos docentes hemos perdido, como autoridades educativas ese límite que hay aquí todavía existe”.
Orgulloso de su profesión y de poder contribuir en la educación de los niños, asegura que para que los alumnos puedan tener buenos resultados en conocimientos, se requiere de compromiso, tiempo, dedicación y sacrificio, pero sobre todo amor a lo que uno hace.