EUA tenía vasto sistema de espionaje en México
En esta ocasión, La Opinión del viernes 9 de abril de 1920, presentaba esto luego de que fuera capturado un poderoso espía en Matamoros
Sobre el sistema vasto se supo después, que el detenido era el principal espía del jefe coronel del servicio secreto de México en Estados Unidos.
Se dijo que planes militares fueron vendidos al gobierno americano y también se descubrió que los espías estadounidenses conspiraban políticamente teniendo contacto con los rebeldes, pues ofrecían hasta 50 mil dólares a un hombre para que comenzara la rebelión.
Supuestamente el sistema de espionaje pretendía, además de conocer las medidas militares y diplomáticas de la nación, sino que también buscaba conspirar recogiendo ciertos documentos exclusivos del gobierno mexicano.
De igual manera se informaba que levaron anclas los buques de guerra americanos que habían plantado sus tiendas en territorio mexicano, más específicamente en la Bahía Magdalena en el estado de Baja California.
Luego de haberse hablado de una posible invasión a nuestro país, según ellos habían llegado para capturar algunas aves de corral, sin embargo recibieron la orden del gobierno mexicano para abandonar estas tierras ya que esa bahía no era propicia para la casa de guajolotes y gallinas.
Sin embargo, mientras los norteamericanos no eran bienvenidos en esa ocasión, G. Mac Adoo, Secretario del Tesoro norteamericano, y representante de los petroleros neoyorkinos, estaba gestionando la fundación de un banco petrolero en México con un capital de 5 millones de dólares.
Este banco tendría sucursales en Tuxpan en Veracruz, Tampico en Tamaulipas, así como en otras zonas con yacimientos petrolíferos principalmente en el Golfo de México, beneficiando con mucho peso a los inversionistas del petróleo en México.
En otras cosas que se vivían en ese tiempo, Chiapas se estaba consolidando como un estado en proceso de pacificación, esto debido que el gobierno estaba ofreciendo acuerdos para obtener la rendición de los rebeldes.
De tal manera que dejarían de lado las diferencias y rencillas que pudieron haber existido entre los maleantes y el gobierno, bajo la condición, de ser cada vez más un estado con paz en lo que respecta a su territorio.
Similar situación ocurría en Puebla, estado que también luchaba por una nueva era de paz para sus habitantes, había conseguido que un peligroso rebelde y de los pocos que quedaban decidiera abandonar sus fechorías y alinearse a las leyes del gobierno.