San Ignacio de Loyola y su Casa Iñigo en Torreón
Através de los años fui conociendo a Ignacio de Loyola fundador de la Compañía de Jesús. Me acuerdo en mis años adolecentes, en ese entonces los jesuitas del Colegio Carlos Pereyra, los hermanos Lasallistas del Instituto Francés de la Laguna, la madres del Verbo Encarnado del Colegio la Paz y las religiosas Hijas del Sagrado Corazón de María del Colegio la Luz organizaban encuentros para los alumnos de los cuatro colegios donde se impartían conferencias y mesas redondas; había un verdadero acercamiento con los problemas sociales de México y además se trataba de revelar el evangelio a adolecentes sin ninguna noción del mundo. Fuimos a varios ejidos de la Laguna y tuvimos reuniones en Casa Iñigo, quizá también en el Francés; mis recuerdos son como postales de imágenes que no reconozco y otras se presentan claramente con lugares y personajes.
Más tarde en la Ibero Laguna a través de mi maestro y amigo el padre David Hernández S.J con quien trabajé para hacer posible el Archivo “Papeles de Familia” de esa institución me introdujo a la espiritualidad ignaciana, al igual que el padre Raúl Durana y Carlos García Peña; en ese caminar nos visitaron en la ibero el padre Ignacio Tellechea autor de “Ignacio de Loyola, solo y a pie”, el jesuita Juan Plazaola Artola, autor de “Historia y sentido del Arte Cristiano ” y Heinrich Pfeiffer, S.J experto en Arte Sacro, uno de sus libros es “La Capilla Sixtina. Iconografía de una obra maestra”.
El pasado 31 de julio del 2018 se celebró el día de San Ignacio de Loyola en Casa Iñigo. Enrique Ponce de León S.L. impartió una conferencia titulada “Los ejercicios espirituales”, para después ofrecer una misa concelebrada por los padres jesuitas: Luis Alfonso Manrique, Enrique Ponce de León, Javier Peña Gutiérrez y José Méndez Alcaraz. Ese mismo día empezó la conmemoración de los 60 años del Centro de Espiritualidad Iñigo A.C., que no se habría logrado sin el empuje y tesón de los padres jesuitas que se abocaron con paso firme e ideas claras, pero sobre todo con la guía de Nuestro Señor y de San Ignacio de Loyola para construir esta Casa, pero también con el apoyo las miles de familias laguneras de todas las clases sociales que han contribuido, con su esfuerzo, a la construcción y mantenimiento de este recinto. Hoy Casa Iñigo esta manejada por seglares y como director espiritual –el padre Enrique Ponce de León. Sesenta años cumple esta institución, promotora de las buenas causas gracias a la gente valiosa que ha contribuido a hacerla realidad: jesuitas y laicos trabajando de la mano para construir un mundo mejor en donde impere la justicia y la verdad para lograr una sociedad incluyente.