ace cerca de 35 años que soy profesor, y reconozco que no hay momento más feliz en esa faceta de mi vida que ver a ex alumnos que tienen éxito en sus actividades profesionales.
Cuento esto porque la semana pasada fui a ver una maravilla de obra, y al final de la misma tuve el gusto de conocer al autor: un chico de apenas 23 años, recién egresado de la Facultad de Filosofía y Letras, de la UNAM, e imaginé cómo deben estar de orgullosos sus maestros de verlo tan exitoso, pero sobre todo tan talentoso y prolífico.
La obra es ByeByeBird y el jovencísimo autor se llama José Manuel Hidalgo.
Singular desde el título mismo, esta puesta en escena es una de esas pequeñas joyas que tienen corta vida en la cartelera y que por lo mismo hay veces que pasan desapercibidas.
Divertidísima y al mismo tiempo terriblemente dura es Bye Bye Bird, que cuenta la vida de tres jóvenes amigos, casi adolescentes, que habitan en Ciudad de México, la que disfrutan y padecen a plenitud en estos tiempos en que vivir, y más todavía siendo joven, significa paradójicamente miles de oportunidades y al mismo tiempo ninguna para salir adelante.
Con un montaje frenético, al que mucho contribuyó la atinada dirección del siempre talentoso y propositivo Alejandro Ricaño esta puesta en escena es de esas que atrapan y no sueltan al espectador durante los 70 minutos que dura la función. Es como subirse a un carrito de la montaña rusa y lanzarse a un torbellino de información, sentimientos, pasiones, reclamos, emociones, reflexiones…
Muy bien armada, bien dialogada, con un ritmo vertiginoso y, sobre todo, con un tema de hoy, muy cercano al público joven, ByeByeBird es una gran lupa que nos permite asomarnos a la muy dura realidad que viven muchos de los niños, adolescentes y jóvenes de hoy en una gran urbe como la nuestra, que es como un gran pantano del que cuesta muchísimo trabajo salir, y en el que en ocasiones es mejor no moverse, pues existe el riesgo de hundirse aún más.
El brillante texto y la maravillosa dirección de escena se concretan gracias al no menos deslumbrante desempeño de tres actores: Sara Pinet, Luis Eduardo Yee y Ricardo Rodríguez. Bravo. De verdad ovación de pie.
ByeByeBird se presenta de jueves a domingo en el Teatro Benito Juárez (Villalongín 15; cerca del Metrobús Reforma) sólo hasta el 19 de agosto.
No se la pierdan.