“¡Urgen Violentólogos!”
Por qué es importante reflexionar sobre esa violencia social que hemos “normalizado” a lo largo de los últimos 13 años?
Porque desconocemos sus orígenes y consecuencias para nuestra vida en sociedad. Tal ignorancia define la reacción de nuestras instituciones básicas -familia, escuela, iglesia, partidos políticos y gobierno: cuando surge el hecho violento se le fustiga visceralmente con la condena moral y/o la solución punitiva. Nada más.
De esa reacción mecánica surge una tendencia ominosa: Se le confiere al sujeto marginal pobre, el monopolio de la violencia en todas sus facetas. Como si la violencia discriminase la clase social. O la edad, la escolaridad y el género.
La existencia de violencia es nuestra responsabilidad como sociedad, porque emerge de las condiciones de vida histórico-social procreadas por nosotros mismos. Por ello, participar de manera colectiva y responsable en su solución, es parte del aprender a ser mejores ciudadanos.
Empero, no podemos hacerlo sin conocer más sobre esa violencia que nos asfixia cada día. Por ello, urgen violentólogos o especialistas en el estudio de la violencia que respondan a estas preguntas: ¿Qué conduce a los individuos a ser o no violentos? ¿De qué maneras las instituciones sociales básicas responden o prevén la probabilidad de la violencia? ¿Cuál es su efectividad? ¿Cuáles son las consecuencias sociales de la violencia en sus diferentes ámbitos de lo social? ¿Cómo prevenirla o controlarla, impulsando políticas públicas con una cultura de derechos humanos, a la par?
Las respuestas a estas preguntas impulsarían el estudio teórico de la violencia social en sus diferentes manifestaciones. Y proveerían de información objetiva y metodologías de acción -vía políticas públicas- a dependencias gubernamentales y no gubernamentales para guiar su trabajo de prevención y/o control de la violencia en todos los ámbitos de su acción.
Por ello, urgen violentólogos para relacionarnos con la violencia de manera pro-activa, racional, responsable y participativa; por el bien de todos.