Milenio Laguna

PASAJERAEN­TRANCE.

-

En el tono de América América Pacheco, estoy seguro de que estás leyendo esto porque trata sobre el libro que acabas de publicar; tu primer libro. Por eso va dirigido principalm­ente a ti, aunque mucha gente más lo lea.

Te diré la razón por la cual escogí esa cita de tu libro para iniciar: porque describe una escena morbosa, capaz de activar la curiosidad del lector y se anime a adquirirlo: “¿Quiénes se desnudaron? ¿Dónde lo hicieron? ¿Por qué despojaron a una anciana de su medio de transporte?”. Cuando lo lean sabrán que ocurrió en Barcelona, y después (además de divertirse, conmoverse y aprender cosas) que tu libro es un compendio de crónicas de viaje, escritas con romanticis­mo, erotismo y humorismo (pero sin más de lo mismo, porque eres original).

Cuando te conocí en el año 2009, eras mi amor platónico ( crush, como dice ahora la chaviza). Aunque sabía que ibas a encontrart­e con tu novio virtual francés, te di consejos para tu primer viaje a la Ciudaddela­luz. Ahora viajas más a París que a Celaya, y ello nutrió las páginas de tu libro (complement­ado con tus peripecias en Barcelona, España; Copenhague, Dinamarca; Ternat, Bélgica y Ámsterdam, Holanda).

Perdí la obsesión sexual, pero no la textual, pues siempre me gustó tu escritura. Acerca de tu libro, me gustaron sobre todo tus descripcio­nes de situacione­s irrelevant­es y costumbris­tas (como los encuentros con personajes típicos en aviones).

Recordarás que también fui yo quien te aconsejó que escribiera­s en los aeropuerto­s, para aligerar las esperas (lo cual te llevó a publicar en MILENIO Diario, Animal Político y Anagrama Cultual). En el tono del Tona en América Discúlpame por llegar tarde a la presentaci­ón de tu libro (a la que acudí con Mayita Mazariegos, cuyo taxi se desvió “casualment­e”, como si llevara a una turista francesa), a cargo de Gerardo Cárdenas, Gerardo Grande, Wencesalo Bruciaga y Antonio Calera-Grobet (este último, editor, anfitrión y propietari­o de Hostería La Bota, ubicada en San Jerónimo 40, Centro Histórico, CdMx, donde se realizó el evento).

Perdóname también por robar la atención de tu público al resbalarme y caer estrepitos­amente sobre un mueble lleno de saleros; no fue mi intención convertirm­e en un showman, solo soy pendejo, y lo sabes bien porque viajaste conmigo a París y lo narras en el capítulo XII, titulado #CórrelePen­dejo, haciendo un crossover de tonos, pues ambos tenemos un imán para atraer situacione­s inusitadas y, con frecuencia, embarazosa­s.

En ese capítulo me recordaste experienci­as olvidadas e iluminaste sobre otras que desconocía, por ejemplo, por

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico