Aranceles al acero y el aluminio importados del país euroasiático
al acero y el aluminio sobre las importaciones turcas y a Ankara le preocupan las posibles sanciones de Estados Unidos contra Halkbank, un banco bajo el control del Estado, por eludir las sanciones contra Irán.
Aunque John Bolton, asesor de seguridad nacional de la administración Trump, se reunió el lunes con el embajador de Turquía en EU para conversar, no hubo ninguna sugerencia de que Washington diera marcha atrás a su ultimátum para que Ankara libere al pastor Andrew Brunson, antes de que las negociaciones puedan continuar.
Un abogado de Brunson, a quien juzgan por cargos de terrorismo que él niega, dijo el martes que el pastor apela para que se levante su arresto domiciliario y se revoque una prohibición de viajar. “La situación general no se ve bien, pero no ningún motivo legal para que no lo puedan liberar”, dijo el abogado Cem Halavurt.
En un síntoma de la preocupación en el sector corporativo de Turquía por el impacto del deslizamiento de la lira turca, la agencia calificadora Fitch rebajó la calificación de un importante grupo turco de alimentos.
Advirtió que Yasar Holding, un productor con sede en la ciudad costera de Izmir, era “vulnerable a la fuerte depreciación de la lira turca en su paridad con las monedas duras durante 2018”, y señaló que 55 por ciento de la deuda de la compañía y 30 por ciento de sus costos estaba en moneda dura.
En su mensaje, las asociaciones empresariales ofrecieron “apoyo comprometido” para un programa económico que anunció el gobierno la semana pasada, pero pidieron “una mapa concreto que genere confianza para reducir permanentemente la inflación”, que actualmente alcanza una tasa de casi 16 por ciento.
Mientras que muchos analistas externos critican el programa económico del gobierno por carecer de detalles, los ejecutivos y las asociaciones turcas hasta el momento se mantienen en silencio o respaldan el plan.