Gobernadores de NL, Tamaulipas y Coahuila huían de una persecución
José E. Santos, gobernador de Nuevo León; Gustavo Espinoza Mireles, de Coahuila, y el General Francisco González, del estado de Tamaulipas; se fueron al norte, frontera con Estados Unidos
La plaza de Monterrey, baluarte de la República, había sido tomada por las fuerzas federales y era punto en ese momento de una reunión de gobernadores de estados del nororiente del país, mismos que prácticamente salieron corriendo del estado neoleonense.
José E. Santos, gobernador de Nuevo León, Gustavo Espinoza Mireles de Coahuila, así como el general Francisco González del estado de Tamaulipas; huyeron rumbo al norte en la frontera con Estados Unidos junto con un pequeño grupo de hombres como escoltas.
Antes de irse, el gobernador Santos se llevó con él todos los fondos de las Oficinas Públicas, pues ya les habían advertido que llegarían por ellos los generales Porfirio González y Félix Lozano, así alistaron todo para abandonar la población.
Así, se decía que la ciudad de Monterrey se encontraba en absoluta tranquilidad sin que los intereses de los extranjeros hayan sufrido en lo más mínimo con el efecto de este hecho, con el cual, el general Porfirio González era designado como gobernador interino de Nuevo León.
También se unían a la revuelta varios generales que se afiliaban mejor al que era su rival al ver que ya no podían hacer nada para enfrentarlos, reconociendo así el Plan de Agua Prieta que encabezaba Álvaro Obregón, quien quedaba como presidente de México ante la caída de Carranza.
Se informaba además en el diario de La Opinión del 15 de Mayo de 1920, que luego de que estaba por terminar la Revolución Mexicana, quedarían en libertad todos aquellos presos con delitos ‘cortos’.
Esto luego de que se habían girado órdenes para que los reos militares de delitos de poca cuenta saldrían de la cárcel y serían reintegrados al servicio del gobierno, todo por motivos relacionados con el cambio de gobierno que se avecinaba y serían utilizados para servicios al ejército.
Mientras esto se decía, se fugaban reos peligrosos en Chihuahua los cuales fueron protegidos y custodiados por una partida de bandoleros.
Esto ocurría en la población minera de Cusihuiriachi malosos lograban evadirse de la Cárcel Pública por lo que se estableció una búsqueda intensiva propuesta por el gobierno chihuahuense, sin embargo en esa comunidad era una verdad que contaba con muy pocos elementos.
En la sierra entre San Luis Potosí y Tampico Tamaulipas el intenso calor que pasaban estaba causando graves espasmos entre la zona de la Huasteca Potosina ya que llegaban hasta los 40 grados centígrados a la sombra cuando normalmente solían estar de los 25 a 30 grados en promedio.