Enamorándonos para ricos
odo el mundo odia Enamorándonos de Azteca Uno por corriente, por grotesco, porque se supone que no es de verdad. ¡Pero nadie se lo pierde!
Ahí estamos sorprendiéndonos, viboreando y hasta calentándonos con esos portales, con esas citas y, por supuesto, con los desenlaces de esas historias.
Es un placer culpable, un fenómeno digno de estudio.
¿Por qué le estoy escribiendo esto? Porque el martes pasado, a las 22 horas, MTV estrenó La venganza de los ex y aunque es mil veces “peor”, nadie se queja.
Al contrario: ¡Qué rico! ¡Qué chistoso! ¡Quiero más!
¿Qué es La venganza de los ex? Un ejercicio de televisión real donde un grupo de hombres y mujeres se relacionan unos con otros hasta que de la nada aparecen sus exnovios y aquello se convierte en una masacre sentimental.
El resultado es profundamente adictivo porque todos los participantes están preciosos, porque la mayoría del tiempo están encuerados y porque tienen un apetito sexual insaciable.
La competencia para ver quién se acuesta con quién es rudísima y, por lo mismo, cada uno de ellos busca lucirse a su manera.
Por si esto no fuera suficiente, la producción está de su lado obligándolos a tener citas y a vivir momentos de altísima sensualidad combinados con paseos y fiestas en las mejores locaciones de Tulum.
Vamos de las playas a los cenotes, de la selva a las habitaciones de lujo, de los vinos a las cenas gourmet y de la alberca a la “master suite”.
Independientemente de la relación que usted pueda tener con ¿A usted no le gustaría comer, beber y tener sexo como ellos sin padecer las consecuencias? el erotismo, La venganza de los ex es un espectáculo magnífico porque convierte la desinhibición en algo aspiracional.
¿O qué, a usted no le gustaría estar en el lugar de esos hombres o de esas mujeres y meterle mano a esos cuerpos suculentos sin que nadie le dijera nada?
¿A usted no le encantaría comer, beber y tener sexo como ellos sin padecer las consecuencias?
¿A usted no le fascinaría vivir algo parecido en un lugar tan hermoso sin tener que pagar un solo centavo?
Sí, yo sé que aquí se dicen groserías, que hay desnudos, eructos y flatulencias, y que es impresionante escuchar las de- claraciones de esos muchachos en relación al sexo y al “amor verdadero”.
Pero La venganza de los ex jamás ha prometido ser una plataforma para la promoción de valores y este tipo de cuestiones sí se permiten en los cables y en las antenas directas al hogar.
Además, está hecho con unos valores de producción altísimos. Desde la manera como están contadas las historias hasta el más mínimo detalle de edición, aquello es fabuloso.
Mis respeto para los fotógrafos, para los iluminadores, para los escenógrafos, para los utileros y para las personas que coordinaron todos esos desplazamientos.
Está libre de la doble moral al que los medios
Hacer La venganza de los ex debe ser una de las experiencias más complicadas de la industria y ni hablemos de todo lo que tiene que ver con las exparejas, su presentación y confrontación porque entonces sí no vamos a acabar nunca.
¿Cuál es la nota? Lo injusta que es la vida.
La venganza de los ex es, para acabar pronto, Enamorándonos para ricos, para la gente que puede pagar por un cable o por una antena directa al hogar.
Y, por lo mismo, está libre del juego de la doble moral al que los medios tienen condenadas a las clases populares. Si un hombre o una mujer se atrevieran a afirmar en televisión abierta privada nacional que quiere tener sexo con alguien inmediatamente se le condenaría.
En MTV, no. En MTV se le apoya, se le festeja y se le admira.
E igual, si cualquier persona se animara a quitarse la ropa, a emborracharse o a hacer desfiguros en televisión abierta privada nacional, sería nociva, vulgar.
Y si ese hombre o esa mujer fuera pobre, gorda, vieja, morena o lo que la televisión nos ha enseñado a calificar como poco agraciada, peor. ¡Quítenla! ¡Qué porquería! ¡Televisión basura!
Bueno, ya, el colmo. ¿Realidad? ¿A alguien le importa si las cosas que pasan en las emisiones de MTV son de verdad?
¿A dónde quiero llegar? Quiero aprovechar el estreno de La venganza de los ex para que reflexionemos sobre lo que está pasando aquí.
¿Por qué Enamorándonos es malo y lo de MTV, bueno? ¿Por qué a la televisión de los ricos le perdonamos lo que no le permitimos a la televisión de los pobres?
¿Sabe usted lo que se podría hacer en televisión abierta si la mayoría de las producciones tuvieran los presupuestos, el tiempo, las condiciones y el número de capítulos con los que se trabaja en la televisión de paga?
Muchos medios juegan a la doble moral. ¿Y nosotros? ¿Cuántos de nosotros no somos iguales?
Busque Enamorándonos, La venganza de los ex, compare, diviértase y reflexione.
¿Qué está pasando aquí? ¿Hacia dónde van los dating shows (programas de citas) en México y el mundo? ¿Por qué están resurgiendo con tanta fuerza hoy, cuando se supone que nuestras inquietudes van por otro lado? ¿Por qué?