Javier Medina Hernández, es
Oficial del departamento de bomberos en la central Colón, profesión a la que le ha dedicado 28 años de su vida con gran satisfacción de poder servir
Javier Medina Hernández, es oficial del departamento de bomberos en la central Colón, profesión a la que le ha dedicado 28 años de su vida con gran satisfacción de poder servir y ayudar a los ciudadanos.
Javier, tiene 53 años y nació en la ciudad de Torreón, debido a su afición por los autos soñaba con ser mecánico y jamás cruzó por su cabeza el querer ser bombero muchos de sus compañeros. Siguiendo sus sueños, continuó sus estudios en el instituto CEDVA para egresar como técnico mecánico automotriz, sin embargo no pudo concluir por problemas económicos.
Luego de desertar, se dedicó a trabajar en talleres, refaccionarias, y trabajó por su cuenta reparando aparatos de refrigeración y mantenimiento. Fue hasta los 22 años que se acercó con sus dos primos, quienes eran bomberos, y comenzó a involucrarse con el oficio, inicialmente solo escuchando las anécdotas y dando mantenimiento a los camiones, para luego acompañarlos a dar el servicio.
Poco a poco, luego de un año de aprender el oficio de manera paulatina, fue que se enamoró de la labor, pues dice el agradecimiento que le expresaban las personas, era realmente satisfactorio y emotivo, por lo que en cuanto hubo oportunidad ingresó al departamento.
“El agradecimiento de la gente por la ayuda que les brindabamos, me hacía sentir una satisfacción muy grande, tanto que llegaba Javier Medina Hernández, oficial de bomberos. emocionado a compartirlo con mi familia”
Inicialmente, su esposa Lucy Valenzuela con quien está comprometido desde poco más de 30 años, no estaba de acuerdo en que su esposo desempeñara ese servicio por el peligro que representaba y el tiempo que tenía que dedicar, causando grandes conflictos entre ellos al borde de la separación, pues la postura que tomó Javier fue “Si no me dejas ser bombero, me voy de la casa”.
Platicó que de las situaciones a las que se enfrentan con gran dificultad, es a los incendios grandes, pues acabar con este tipo de fenómenos les toma días, un caso en especial que recordó fue el apoyo que realizaron a sus compañeros de Gómez, ante un incendio de una bodega de envases especializados, en el cual trabajaron durante una semana con maquinaria pesada, día y noche hasta sofocarlo por completo.
Una de las anécdotas que lo han marcado, lo convirtió en un ‘Ángel’ para una persona que Javier lo salvó de la muerte y tiempo después se lo agradeció con gran nostalgia. Fue una noche cuando en la estación se reportó un choque en la carretera Torreón San Pedro cerca de la colonia Villa Florida, cuando arribaron el lugar, personal de la Cruz Roja les dijo “Ya no hay nada que hacer la persona ya falleció”.
Javier, relata que sintió una intui-