Imposición de cuotas de 10% a importaciones llegadas de Washington
posible relajación en las tensiones comerciales que hay entre Estados Unidos y la Unión Europea.
Sin embargo, funcionarios europeos le restaron importancia a los comentarios; dijeron que si bien refleja lo que le gustaría a Bruselas poder negociar con Estados Unidos, el acuerdo de julio es lo que está sobre la mesa. “Ahora, con un alcance menor, en lo que trabajamos es en los bienes industriales no automotrices”, dijo un funcionario.
Malmstrom señaló que Estados Unidos quería incluir la agricultura en el marco de las negociaciones, mientras que la Unión Europea estaba dispuesta a negociar el acceso a los contratos de adquisición pública en EU, pero que invadir esos sectores tan sensibles habría creado “grandes” dificultades
Advirtió que aún se mantienen grandes diferencias entre Estados Unidos y la Unión Europa. Una fuente de la tensión proviene de los aranceles estadunidenses sobre los fabricantes de acero europeos que Bruselas está convencida que son ilegales mientras que a la Unión Europea también le preocupa la escalada en la guerra comercial de Trump con China. “Tendemos grandes desacuerdos con Estados Unidos, pero creemos que si existe la posibilidad de identificar una agenda limitadamente positiva... eso es bueno”, dijo Malmstrom.
La comisionada también señaló que Bruselas trabaja en una lista de productos estadunidenses que estarían sujetos a los aranceles de represalia si Trump seguía adelante con las amenazas sobre los automóviles de la Unión Europa.
“Se trabaja en la lista, todavía está allí, si es necesario por supuesto que la vamos a utilizar”, dijo.
La comisionada dijo que ella y Robert Lighthizer, el representante comercial de Estados Unidos, se reunirán pronto para discutir cómo hacer avanzar las negociaciones comerciales y otras partes del acuerdo de julio, el cual también incluye un compromiso para trabajar juntos en una reforma de la Organización Mundial del Comercio.