“Libertad de Expresión: Entre EPN y AMLO”
EPN
En México, “la mayoría de los medios de comunicación depende para su subsistencia de la publicidad de gobierno, a partir de una asignación (discrecional) que no es transparente ni equitativa”: el 48% del dinero lo reciben 10 grandes medios de comunicación, y el 52% restante 3 mil 800 medios (Artículo 19 y Fundar: 2018).
El gobierno de EPN ha gastado “40 mil millones de pesos de publicidad; 21 millones diarios en promedio”.
6 efectos ha tenido esa política gubernamental: ha pervertido la comunicación entre gobierno y ciudadanos; ha controlado la política informativa de los medios; ha definido el tipo y la calidad de información que llega al mexicano; ha acotado por autocensura o persecución, la libertad de expresión del periodismo crítico; ha creado una casta de propietarios de medios y periodistas al servicio del poder; y ha fortalecido la legitimidad política de los gobiernos Federal y Estatal.
En síntesis, esta relación gobierno-medios ha nulificado la capacidad de reflexividad crítica de los mismos medios y la sociedad para ejercer un contrapeso real a las “verdades oficiales”. Más allá, de los oasis críticos de libertad de expresión que han sobrevivido a largo del tiempo.
AMLO
AMLO anunció que disminuirá la publicidad oficial destinada a medios de comunicación en “al menos un 50%”. ¿Podrá ese recorte revertir de manera mágica los 6 efectos antes descritos? Imposible.
López Obrador debe ir más allá del principio de austeridad, para primero erradicar la Ley Chayote aprobada el pasado mes de abril; y reestablecer la transparencia de los contratos, la claridad de los topes al gasto de comunicación social y la distribución lógica y equitativa del dinero.
Y segundo, debe emitir una política que recupere la esencia del vínculo gobierno-medios de comunicación: informar al mexicano, sin sesgo, control o manipulación alguno, las actividades gubernamentales.
¿Podrá AMLO controlar la tentación autoritaria para reproducir de distintas maneras los 6 efectos antes descritos, pero ahora, con menos dinero?
Al tiempo.