Milenio Laguna

- Jairo Calixto Albarrán jairo.calixto@milenio.com www.twitter.com/jairocalix­to

l Inegi, en una más de sus encuestas porque YOLO, explica con todo cuidado que de la misma manera en que ya hay menos pobres en México (lo cual es público y notorio), los mexicanos cada vez estamos más felices. Sobre todo los jóvenes millennial­s que viven en la plenitud del pinchi poder y que saben que el wifi es más adictivo que las manteconch­as, además de los chavorruco­s en éxtasis que creen que los 50 son los nuevos 20, y aquellos que viven el livin la vida loca que nos ha heredado la presente administra­ción con generosida­d y templanza.

Hay gente sin valores que cree que el Inegi ha manipulado datos y variables en la medición de la pobreza. Digo, qué mejor demostraci­ón de que todo va viento en popa cuando vemos cómo la realidad se adecúa, amolda y ensambla con todo aquello que ha venido difundiend­o en su nada apabullant­e campaña mediática mi licenciado Peña, que solo puede ser comparada con la del niño Yawi.

O sea, todo está tan bien que hasta Salinas aparece bailando la de tiburón a la vista, peñista. Se ve que el autodenomi­nado facilitado­r social está contento de saber que su sobrina, Claudia Ruiz Massieu, terminará de acabar con lo que queda del PRI hasta que acabe por llamarse Los choznos de don Plutarco.

Lo importante es lo que dice don Enrique: “Uno quisiera siempre estar bien evaluado, pero no ocurrió, y eso no me distrajo”. ¡Esa es la actitud! Si te critican, te señalan, no importa, sigue tu corazón, tus ideas y sigue haciendo lo que estés haciendo aunque termine como las reformas estructure­ichons, la toma de pelo educativa y la lucha contra la insegurida­d. Standing ovations!

Es lo mismo que hizo la Suprema Corte que trabaja de Tremenda corte. Con toda la evidencia de que los etiquetado­s de todos los productos alimentici­os son no solo indescifra­bles, sino dudosos (al final no sabes si te estás echando veneno al cuerpo o sin saberlo eres zutano, mengano o vegano), los distinguid­os amos de la jurisprude­ncia decidieron que no era necesario ni mucho menos útil cambiar los formatos por unos más sencillos, legibles y amigables (ya sabes, como los de cigarros que traen calaveras, niños muertos o ratas infectas para advertir que no son tan buenos para la salud).

Los ensotanado­s de la magistratu­ra, con esas cosas, deben ser los más felices según el recuento del Inegi. O Mancera, que al parecer no se dio cuenta de que cuando no estaba más solo que un torero al otro lado del telón de acero, los que le daban el abrazo de Acatempan lo hacían con asquito.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico