Los pésimos spots de Peña Nieto
Qué cosa tan más espantosa los spots del sexto Informe de gobierno de Enrique Peña Nieto.
El señor nunca ha sido precisamente el mejor en materia de comunicación y yo no sé si es culpa de él o de sus asesores, pero en esta ocasión lo está haciendo peor que nunca y a las pruebas me remito:
No es un informe, no es una campaña de despedida. Es una estrategia muy rara donde, por un lado, hay mensajes para los medios tradicionales y, por la otra, videos para las redes sociales. Los de los medios tradicionales van por un lado glo
rioso. Los de plataformas como YouTube, por asuntos mucho más delicados.
Resultado: un doble discurso que lo pinta como un gobernante así, con dos versiones.
Se ve bastante mal que en una ventana el Presidente celebre la construcción de trenes y en otra que se arrepienta de haber permitido que su esposa diera la cara por el escándalo de la casa blanca.
¿Por qué? Porque al hacerlo, él mismo nos está dividiendo y se está dividiendo, lo cual es contradictorio si su eslogan es “Unidos haremos que lo bueno siga contando”.
¡Qué frase tan más desafortunada! Sí, yo entiendo que es el remate a un concepto que don Enrique ha manejado desde hace años, pero es un mal remate.
La razón es muy simple: “unidos haremos que lo bueno siga contando” no es una frase contundente, es como una ilusión, como un buen deseo.
Si estamos unidos, cuenta. Si no, no. Hay que estar de su lado para que cuente, para que valga.
Y peor tantito, hay que estar de su lado para que siga contando, para que no desaparezca con el paso del tiempo.
¿Sí entiende lo que está pasando aquí? Los textos de sus spots son pésimos. El Presidente no está anunciando cereales, está dando su último Informe de gobierno.
No puede ser que todos sus mensajes en medios tradicionales inicien con la leyenda “Gracias a todos México se ha transformado” y que al final al señor se le olviden el agradecimiento y la transformación, y se despida rogándole unidad a la gente.
Si el pueblo no estuvo unido, ¿cómo fue posible la transformación de México? ¿Por qué está dando las gracias?
Esto no es un asunto de estar a favor o en contra del gobierno de Peña Nieto.
Es algo que miles de mexicanos hemos visto en los últimos días. Es algo que está en su comunicación. Las imágenes y los sonidos no mienten.
¿Por qué los responsables de esos spots permitieron que el Presidente grabara con una corbata negra? ¿Nadie les dijo que el negro es sinónimo de desconfianza, de conflicto y dolor?
Más allá de las imágenes de apoyo para los anuncios de televisión, ¿por qué lo grabaron solo, en una oficina pelona, sin fotos de su familia, sin recuerdos de sus logros, sin nada que comunique algo parecido a la calidez, a la satisfacción o al éxito?
¿Por qué esos ojos mal maquillados? ¿Por qué ese tono de voz tan poco festivo?
Eso no es proteger al Presidente, eso es exponerlo. En este negocio la forma es fondo.
Imagínese, por favor, el impacto de esta mala construcción de un personaje con el señor hablándonos de transparencia, corrupción y Ayotzinapa. ¡Es demencial!
No hay manera de verlo y de sentir algo parecido al optimismo. Qué lástima, porque ahí se pudo haber hecho otra cosa en materia de comunicación. ¿O usted qué opina?
La estrategia es muy rara y, por un lado, hay mensajes para medios tradicionales y, por la otra, videos para las redes sociales