Reforma Educativa y Foros de Consulta II
E n junio de 1969 el brillante escritor duranguense José Revueltas, con la lucidez que le caracterizaba redactó, en una cuantas páginas, un profundo ensayo bajo el título Mentalidad sexenal contra conciencia histórica. Es un texto que nos ayuda a entender lo que llamó sexenalismo y que ha dado lugar a una especie de cultura entre los gobernantes de querer reinventar este país cada seis años. Todo indica que la política mexicana no es capaz de pensarse, existir y funcionar si no es dentro del ámbito y modus operandi del mandato presidencial omnímodo conocido como sexenio.
Utilizo el referente anterior para llamar la atención sobre algo que los maestros conocemos bien: en materia educativa ha sido notable, en la historia reciente de nuestro país, la tendencia a que cada presidente impulse su propio proyecto y que se incurra en el error de no evaluar el proyecto precedente. Ello conduce a la lesiva práctica de volver a empezar y las más de las veces pareciera que se hace a partir de cero, con el consiguiente desperdicio de recursos de todo tipo que tal circunstancia conlleva. Ojalá que el Lic. Andrés Manuel López Obrador, estudioso y conocedor de la historia de México, no permita que esto se repita y propicie con su equipo de transición que se evalúe lo realizado por la presente administración en lo que respecta al tema educativo.
Más allá del discurso político, que anuncia la abrogación de la reforma educativa vigente, es necesario que se le evalúe con la mayor seriedad posible y por parte de especialistas. Algunos estudiosos de ella han señalado como uno de sus negativos el haber iniciado con la elaboración de los elementos jurídicos y administrativos para sustentar un proceso de evaluación dirigido prioritariamente a los maestros de base, al cual destinaron mucho tiempo, dinero y recursos humanos, y dejaron para el final lo referente a los aspectos pedagógicos que son los fundamentales y merecían la mayor atención desde el principio. Por ello considero indispensable que se valore, con criterios científicos y técnicos además de políticos, la pertinencia del diseño, contenido y ruta de implementación del Modelo Educativo, particularmente de los Planes y Programas de Estudios de la Educación Básica y Media Superior, que apenas se someterán este año a la prueba de la práctica en las escuelas del país. Lamentablemente veo que las consultas sobre educación que se están realizando, al menos la que se llevó a cabo en la ciudad de Durango, no abonan mucho a lo aquí señalado. Sigue.