Francisco Villa es atacado en “El Pueblito” Chihuahua
Por no aceptar las propuestas que le hicieron para que cesara su hostilidad y se retirara de la vida rebelde, el general Plutarco Elías ordenó que lo abatieran con las medidas adecuadas
El encabezado de La Opinión del domingo 30 de mayo de 1920 señalaba que el general Francisco Villa, declarado en abierta rebeldía al nuevo gobierno, había sido atacado en la comunidad de “El Pueblito, en el estado de Chihuahua.
Después de que Villa no aceptó las propuestas que le hicieron para que cesara su hostilidad y se retirara de la vida rebelde, el general Plutarco Elías Calles ordenó al jefe interino de las operaciones militares que lo abatieran con las medidas adecuadas.
El combate fue encabezado por elementos militares y los hombres de Villa, haciendo correr a estos últimos sin antes dejar como saldo seis muertos y tres herido y prisioneros en el campo de batalla.
Mientras tanto, el sonorense Adolfo de la Huerta, presidente interino de México en ese tiempo debido a la muerte de Venustiano Carranza, llegaba a la Ciudad de México acompañado de más de 2 mil yaquis escoltándolo y formando una valla desde el Palacio Nacional hasta la Cámara de Diputados, todo para tomar protesta como nuevo mandatario nacional.
Después del nombramiento, se efectuó un gran desfile militar que se dijo, fue seguido por cerca de 30 mil personas, además por el nuevo presidente, sus ministros y funcionarios desde el balcón del Palacio Nacional.
Por su parte, Álvaro Obregón estaba preparándose para contender a la presidencia de México luego de que fuera puesto interinamente de la Huerta mientras terminaba el periodo de gobierno y dar paso a nuevas elecciones.
Por ello dejaría el Servicio Militar para dedicarse exclusivamente a su campaña política presidencial, postulado por diversas agrupaciones políticas, además desde hace tiempo era la meta de todos los planes a Obregón.
En temas locales, un grupo de abonados al Ferrocarril Eléctrico de Lerdo a Torreón, formado por residentes de poblaciones de Gómez Palacio y Lerdo, pedían que se reestableciera el servicio de corridas hasta las 11 de la noche, pues en ese entonces el último tren salí hacia Lerdo a las 8:30 pm.
Esto provocaba que mucha gente no alcanzara el último viaje y tuviera qué gastar de 16 a 32 pesos que cobraba un tranvía especial que recorría dichas zonas, por tal motivo se dijo que la Jefatura de Guarnición proporcionaría la cantidad necesaria de escoltas para no sufrir asaltos o robos.
Las peticiones resultaban de la pacificación que se estaba llevando a cabo en México, por lo que los negocios y empresas estaban laborando hasta tarde, con lo cual ya no alcanzaban el transporte para llegar a sus hogares.