Quiero celebrar el anuncio
Del presidente electo, López Obrador, para crear la comisión investigadora para la verdad y la justicia, dado que ese organismo tendrá la encomienda de aclarar en forma fehaciente el paradero de los estudiantes y resolver las inconsistencias detectadas en
sionados por la PGR para señalarme como integrante de alguno de los grupos delictivos que operan en mi entidad, lo que no se consiguió, ante hechos que no existían. Aún así, algunos periodistas han señalado que nunca fui investigado y en tal sentido respeto su punto de vista, pero no lo comparto.
Hace unos días, leí la declaración del ex secretario de Gobernación y actual senador de la República, Miguel Ángel Osorio Chong, quien señaló que la PGR nunca tuvo elementos para proceder en mi contra. Qué triste que lo haya dicho hasta hoy, después de toda la persecución y el daño ocasionado a mi persona.
Cuando conocí de los hechos de Iguala, instruí de inmediato a quienes fungían como mi secretario general de Gobierno, doctor Jesús Martínez Garnelo; lo mismo que al fiscal general del estado, maestro Iñaki Blanco Cabrera, y al entonces secretario de Seguridad Pública, teniente Leonardo Vázquez. En atención a ello, se trasladaron al lugar de los hechos para investigar lo ocurrido y dar el auxilio necesario a las víctimas directas e indirectas. Pedí también el acompañamiento del presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, a fin de que documentara la actuación de dichos funcionarios y el personal a su cargo.
Derivado de estas acciones, en cuestión de horas fueron concentrados, revisados y desarmados 150 policías municipales de Iguala y consignados, en un primer momento, 22 de éstos como presuntos responsables de diversos delitos. Días después, se amplió el ejercicio de la acción penal en contra de otros seis elementos de la citada corporación, así como, previo juicio de procedencia, del ex presidente municipal José Luis Abarca Velázquez y el que fuera su secretario de Seguridad Pública, Felipe Velázquez Flores.
Además, se detuvo a cuatro integrantes de la organización delictiva conocida como Guerreros Unidos y se generó información que llevó a la identificación de 25 sujetos más como integrantes de un grupo de reacción inmediata de la policía municipal de Iguala, identificados como “Los Bélicos”, quienes posteriormente fueron detenidos por la PGR.