Maleantes eran recapturados en San Pedro de las Colonias
Se decía que se habían escapado de la prisión de Gómez Palacio, Durango
Se trataba de Rogelio Rojas, sentenciado a cinco años por el delito de robo con violencia, así como a Isabel Robles, quien purgaba diez años por homicidio.
Ante su escape y tras haber caído de nueva cuenta luego de 15 días en libertad, ni locos serían mandados a la misma cárcel que ya habían burlado, sino que ahora serían trasladados a la prisión en la capital duranguense de mayor seguridad para llevar las condenas que tenían impuestas.
Mientras tanto, el cabecilla de nombre Onésimo Montero atacaba por sorpresa el destacamento militar de “El Puente” en Veracruz en el que se encontraban fuerzas de segunda del séptimo regimiento.
En la batalla murieron, junto con más de una decena de hombres, los cabecillas Tomás Velázquez y su jefe Montero, este último ex ejército constitucionalista.
Por su parte, se informaba también en La Opinión del 4 de abril de 1920 que el gobierno mexicano seguía en desacuerdo e impedía que braceros se fueran a laborar a los Estados Unidos por negreros.
Para lograrlo, los gobernadores de estados como Jalisco, Guanajuato, Zacatecas, Michoacán habían mandado sacar circulares a las presidencias municipales instruyendo que evitaran a toda costa impedir que los ciudadanos consigan acomodarse en la Unión Americana.
Esto debido a que se decía que, como siempre ocurría, se les prometían sueldos altos en horas laborales y condiciones adecuadas, sin embargo, el gobierno recomendaba no acudir a esas ofertas de trabajo pues la realidad era muy distinta.
En el estado de Coahuila, por su parte, había prosperidad en empleos y sobre todo se estaban convirtiendo en los líderes nacionales en la producción de carbón en las minas coahuilenses siendo ‘abundante’ la cantidad que producían por día.
Como beneficio de esta producción, la Dirección general de Ferrocarriles Nacionales adquirió locomotoras y carros, así como la contratación de más elementos para activar los que están fuera de servicio, todo con el fin de llenar las necesidades pasar seguir sacando grandes cantidades de carbón.
Y con el fin de conmemorar las festividades del día 5 de mayo, se establecía que 5 mil soldados entonarían canciones populares en un concierto frente al Palacio Nacional, así lo confirmaba la llamada Secretaría de Guerra y Marina.