Desde Siglo XXI, libros para pensar en el 68

Ofrecen un panorama un tanto distinto de lo ya publicado alrededor del pasaje histórico

SJesús Alejo Santiago/ iglo XXI Editores nació apenas tres años antes del movimiento estudiantil de 1968 y, en gran parte, debido a una atmósfera de censura que se vivía en el ambiente en aquellos años; por eso, libros alrededor de ese pasaje forman parte de su catálogo, desde las conversaciones de Gastón García Cantú con Javier Barros Sierra —“si recuerdo bien fue el primero”, cuenta Jaime Labastida, director del sello—, a Posdata de Octavio Paz, el añadido a Ellaberintode soledad; de Raúl Jardón 1968.El fuegodela esperanza; o el de Fernando Solana y Mariangeles Comesaña, Evocacióndel68.

“El 68 mexicano tiene características muy distintas al 68 francés o al alemán, por la cerrazón del gobierno de Díaz Ordaz. Siglo XXI nace más o menos en ese contexto, en especial con la represión desatada por el gobierno de Díaz Ordaz”.

A esos títulos ahora se suman Ensayosamargossobremipaís. Del68alnuevorégimen,cincuentaañosdeilusiones, de Sergio Zermeño; Lanocheinterminable:Tlatelolco2/10/68, de Greco Hernández Ramírez, y México1968.Experimentosde lalibertad:constelacionesdela democracia, de Susana Draper.

“Estos tres libros son muy diferentes entre sí: el de Susana es un volumen en el que hace un balance del 68 desde un punto de vista histórico, lo conecta con otros movimientos de ese año; el de Zermeño es una especie de revaloración a los 50 años, él se mira joven, pero incluso la figura que aparece en la portada del libro es la del propio Zermeño en el 68. El libro de Greco es la visión de sus hermanos, él tenía tres años en aquel momento y no recuerda prácticamente nada, sino se compone de las conversaciones con su familia 50 años más tarde”, explica Labastida.

Las publicaciones de reciente aparición ofrecen, así, un panorama un tanto distinto de lo ya publicado alrededor del movimiento del 68, en particular porque se refieren a hechos paralelos, a las consecuencias o a las experiencias que se tuvieron con el pasaje histórico.

El libro de Hernández, por ejemplo, se define como en el del “patio de vecindad, el de Tepito, donde se cuenta una historia en que los únicos héroes son los siete hermanos, su madre y su padre, una familia mexicana humilde”.

Draper, por otro lado, parte de una pregunta: ¿queda algo por decir del 68? Y su respuesta es reflexionar alrededor de un hecho que terminó por revolucionar la vida social, política y subjetiva de muchas personas, “una constelación en la que el movimiento continúa de diferentes formas en las décadas siguientes”.

Y el libro de Zermeño es mucho más personal, porque el autor aparece en la misma portada como el rebelde que fue en aquel momento, haciendo un balance crítico que apuesta por ver hacia un futuros que percibe como sombrío. “La primera acción de Díaz Ordaz en contra de la cultura tuvo como protagonista al rector Ignacio Chávez, en 1965; en el 66, el ejército entró en la Universidad Michoacana y el 67 en la Universidad Sonora: el 68 es la culminación de todo un periodo represivo. Siglo XXI nace como respuesta a toda esta actitud represiva”, destacó el también director de la Academia Mexicana de la Lengua.