Las Incubadoras y su función en el Emprendimiento
El nacimiento, el desarrollo, consolidación y multiplicación de una empresa, al igual que un ser vivo requiere de apoyo de externos para lograr que cada fase sea lo menos dolorosa posible y garantice la menor cantidad de errores en su proceso.
Un apoyo que contribuye en el proceso del nacimiento de una empresa son las Incubadoras de Empresas, las cuales son privadas y algunas que están dentro de instituciones de educación superior públicas y privadas.
Varios países las promueven como el vínculo más importante entre la creación de una empresa y su desarrollo y diversos términos se le dan, tal es el caso de España que le denominan vivero de empresas o Suiza que les llama centro de innovación empresarial. Y es que la historia de estas importantes instituciones u organizaciones se remonta a los años 40´s en los Estados Unidos y es en la década de los 50 que en Sillicon Valley gracias a dos grandes universidades Stanford y del Standford Research Park desarrollan el hábitat para lograr generar el impulso y análisis de los primeros negocios.
Las actividades más relevantes de una Incubadora de Empresas son las siguientes: 1. Proceso de selección que motiva la mejora de los proyectos empresariales. 2. Proveer un espacio subsidiado, disponible por un periodo de tiempo determinado. 3. Servicios compartidos que permiten que actividades de soporte se obtengan del exterior. 4. Tutoría y supervisión. 5. Existencia de redes (network). 6. Mecanismos de financiación para empresas de nueva tecnología. 7. Vinculación con programas gubernamentales para acceso de recursos.
En México existen aproximadamente hasta 2018 un total de 200 Incubadoras, las cuales apoyaron proyectos tradicionales, de tecnología intermedia y de alta tecnología.
Entre los tantos objetivos que tienen las Incubadoras de Empresas son: 1. Promover el desarrollo regional. 2. Ayudar a contribuir al cambio estructural de las economías locales o regionales. 3. Incrementar la tasa de arranque de nuevas empresas con mayor potencial de innovación. 4. Promover transferencia de tecnología. 5. Establecer redes de colaboración empresarial. Y 6. Contribuir a las nietas del mercado de trabajo generando nuevos empleos.
Así que si tienes una buena idea de negocio acércate a la incubadora más cercana y pide informes.