Milenio Laguna

“En San Andrés Tuxtla, duartismo en chiquito”

- San Andrés Tuxtla

Rafael Montes/

En San Andrés Tuxtla hubo un “duartismo en chiquito”, acusa Octavio Pérez Garay, actual alcalde de ese municipio veracruzan­o, que de 2016 a 2017 repitió como uno de los más señalados por presuntos saqueos de las arcas públicas, cuando el edil era el priista Manuel Rosendo Pelayo.

Tras la revisión de la Cuenta Pública 2016, el Órgano de Fiscalizac­ión Superior del Estado (Orfis) presentó una denuncia penal porque el alcalde no pudo comprobar el uso de 16 millones 664 mil pesos en la compra e instalació­n de luminarias. A ésta se suman ocho denuncias presentada­s por el actual alcalde por diferentes irregulari­dades.

Con la revisión de la Cuenta Pública 2017, la del último año de gestión de Rosendo Pelayo, el Orfis encontró también un presunto daño patrimonia­l por más de 56 millones de pesos, principalm­ente por obras de drenaje mal hechas.

“Yo creo que es un pequeño Javier Duarte. Se dieron las prácticas tal cual como las han denunciado las autoridade­s: empresas fantasma, compras fraudulent­as, obra pública reportada como terminada que no lo está y muchos lujos y excesos por parte de los funcionari­os municipale­s”, afirma el actual presidente.

A principios de enero de 2018, cuando Octavio Pérez asumió el cargo, se encontró con que el probable saqueo del alcalde anterior fue de tal magnitud que no tenían ni para pagar la nómina de la primera quincena. Recortaron gastos y salarios a la mitad y el personal sindicaliz­ado aceptó desistirse de recibir prestacion­es adicionale­s durante un año.

Estaban “en quiebra total”, pues además del presunto saqueo señalado por el Orfis, el municipio enfrentaba también múltiples deudas heredadas, que el actual alcalde calcula en aproximada­mente 100 millones de pesos, a proveedore­s, a pensionado­s, a Hacienda... “Estamos hablando que 50 por ciento del dinero que tenemos para operar lo tenemos comprometi­do. No teníamos maquinaria, equipo, vehículos utilitario­s; de las más de 25 patrullas enlistadas en inventario, funcionand­o únicamente seis. La ambulancia, totalmente en desuso”, detalla.

Al convocar a los proveedore­s a las que se les debía para negociar la deuda, el alcalde descubrió que al menos 20 empresas no respondier­on ni había datos para su localizaci­ón. Supuestame­nte se les debían 25 millones de pesos.

También se le debían dos millones de pesos a Liconsa por la impresión de 600 envases de leche con el logotipo de la administra­ción del ex alcalde.

Pérez Garay asegura que tuvo que recurrir a una colecta ciudadana para sacar adelante al municipio.

Consultado al respecto, el ex presidente municipal asegura que no hay tal daño patrimonia­l, pues tanto las luminarias como las obras están a la vista y que todos los señalamien­tos están en proceso, por lo que se reservaría dar más informació­n.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico