Consulta sobre NAIM pone en riesgo inversiones: Concanaco

“Sin duda, las calificadoras reaccionarán de manera inmediata”, considera el IMEF

La consulta popular que el equipo de la próxima administración pretende llevar a cabo sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) pondrá en riesgo la confianza de inversionistas en el país, aseguró la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur).

En entrevista con MILENIO, el presidente del organismo, José Manuel López Campos, señaló que la construcción del NAIM es una oportunidad de que a largo plazo crezcan las importaciones y exportaciones de México, así como de soportar el creciente turismo internacional.

Resaltó que después de conocer el plan de nación del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, en el que pretende hacer a México más igualitario, con mayor desarrollo y que requiere de grandes obras de infraestructura, especialmente para el sursureste, se necesitará de grandes volúmenes de inversión.

Si un “proyecto de esa naturaleza, de esa escala, que rebasará los límites sexenales, puede ser hasta cancelado en la administración inmediatamente posterior, pues vamos a mandar un mal mensaje al respecto a quienes podrían invertir”, aseguró el presidente de la Concanaco.

Expuso que si la decisión de la consulta fuera hacer el aeropuerto de Santa Lucía, su sector tendría que trabajar con lo que defi na el Poder Ejecutivo que se eligió en las elecciones en julio pasado. “Si respetar la decisión popular es la hoja de ruta del Presidente electo, pues esperemos que sea lo mejor para México, así se lo reconocerá la nación cuando las decisiones tomadas hoy se traduzcan en un mayor crecimiento para el país”, aseveró.

Por su parte, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos, destacó que la obra del NAIM es la que México necesita para seguir creciendo. “Nuestra postura ha sido clara, la obra del nuevo aeropuerto en Texcoco es la mejor opción en obra técnica, de desarrollo, en su momento antes de arrancar se analizó a profundidad todos los dictámenes serios que se hicieron antes y después de las elecciones, los cuales son claros en que esa es la mejor decisión para el país”, aseveró. “Si hay algún contrato que tenga que revisarse, alguna operación que deba verificarse en su transparencia, hagámoslo; que se revise la manera de gastar menos, pero de que esa es la obra que requiere el país, me parece que no hay absolutamente ninguna duda”, afirmó.

“Señal equivocada”

El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) coincidió en que basar la decisión de continuar la construcción del nuevo aeropuerto solamente en una consulta pública, como la contemplada por el presidente electo, es probable que mande una señal equivocada a los mercados y ponga en duda la capacidad del país para generar compromisos transexenales. “En el IMEF consideramos que el análisis y las decisiones que acompañan a un proyecto de la envergadura del NAIM, que le va a dar batería a todo el país y América Latina y propicia una mejor conexión comercial, requiere muchas vertientes y la consulta solamente es una”, dijo en conferencia con medios el presidente nacional del IMEF, Fernando López Macari.

Explicó que en el análisis del NAIM también se debe tomar en cuenta la viabilidad fi nanciera del proyecto, la capacidad de ejecución en tiempo y forma, presupuesto, proyección de actividad económica que se espera, impacto ambiental, social y en fi nanzas públicas, así como en la rentabilidad social para el país. “Mandaría una señal equivocada a los mercados, sin duda las calificadoras reaccionarían de manera inmediata y evidentemente pondrá en cuestionamiento la capacidad y soberanía del país para mantener sus proyectos de inversión de largo plazo y más si esta decisión está basada solamente en una encuesta que en su materialidad jurídica pudiera no ser la formal, pero que le dieran una tónica de vinculante”, expuso López Macari.

Agregó que afectaría los intereses del país ante inversionistas que confían en el estado de derecho y en la capacidad como nación para generar compromisos que no cambien cada que tenemos un nuevo presidente.