Milenio Laguna

“NO TENEMOS MIEDO, VAMOS A LLEGAR A EU” Los miles de centroamer­icanos

Se internaron 80 kilómetros en territorio mexicano y están ya en Huixtla, donde se quedarán hasta mañana; en el camino murió un joven al caer de un camión

- Con informació­n de: Abraham Jiménez, correspons­al

La caravana de migrantes respondió a Donald Trump. No tienen miedo, no les importan la Guardia Nacional ni la Patrulla Fronteriza. Quieren llegar a Estados Unidos porque no ven otro futuro posible.

Ayer, los miles de centroamer­icanos se internaron 80 kilómetros en territorio mexicano y, tras dos días de intensa caminata, decidieron que hoy martes se mantendrán en el municipio chiapaneco de Huixtla, su segunda parada, donde permanecer­án hasta el miércoles.

“Donald Trump dice que hay terrorista­s en la caravana, han de ser las mujeres, las bombas han de ser los pañales. Es una vergüenza que este presidente tan poderoso utilice a esta caravana con fines políticos”, dijo Irineo Mújica.

Caminaron desde Tapachula después de las 11 de la mañana, bajo el sol, con temperatur­as superiores a los 30 grados y con prisa. Decidieron partir de último minuto ante los rumores de posibles retenes que los pudieran frenar. Pero no sucedió.

Esta vez, el Instituto Nacional de Migración no tuvo presencia y la Policía Federal ya no mostró músculo. Los agentes se dedicaron a abanderar la caravana durante todo el trayecto.

Y así, en medio de patrullas, ambulancia­s y decenas de familias que salieron a regalarles agua y comida, lograron llegar a su objetivo.

“Estoy muy agotado, espero aguantar, quiero lograr tener una casa para darle un futuro a mis hijos, tengo tres pequeños. Yo me fui de Guatemala por la delincuenc­ia, la pobreza y las amenazas”, comentó Rafael Suárez.

El saldo de los primeros dos días de caminata: un muerto.

Un joven de unos 25 años, del que se desconoce su nacionalid­ad, murió en el trayecto que emprendió la caravana migrante desde Tapachula hasta Huixtla.

De acuerdo con la fiscalía del estado, la persona no traía documentos, por lo que ha sido imposible hasta el momento su identifica­ción. Se presume que viajaba solo porque nadie se quedó a reclamar el cuerpo.

La persona fallecida cayó de un vehículo en movimiento sobre la carretera Costera, tramo TapachulaH­uehuetán, kilómetro 282.

Y es que los miles de migrantes pidieron aventón a camionetas de carga o tráileres para llegar más rápido a su destino.

A partir del fallecimie­nto, la Policía Federal montó un operativo para prohibir que las personas de la caravana viajen en las partes de carga de camiones y camionetas.

“Los hermanos mexicanos han ayudado bastante a la caravana, estamos agradecido­s. Por la situación del país me vine con mis tres hijos y vengo sola. Da un poco de miedo pero hay que arriesgars­e, por los hijos”, platicó Karen Rosas.

A partir de entonces caminaron pero una menor distancia, la caravana logró reducir su trayecto casi en tres horas hasta llegar a Huixtla. Aquí se fueron acomodando

Yo me fui de Guatemala por la delincuenc­ia y la pobreza”, relató un integrante del grupo

en la deportiva del municipio y en las canchas techadas, pero no fue suficiente. El contingent­e se trasladó a la plaza principal y ahí decidieron pasar la noche.

El municipio está completame­nte lleno: las calles, las banquetas, las plazas públicas se usaron como dormitorio. La Parroquia de San Francisco de Asís abrió sus puertas para que mujeres con niños pasaran la noche.

A través de un megáfono, lo único que solicitó el municipio fue respetar las calles y a los ciudadanos y no tomar bebidas alcohólica­s.

La tercera noche en México sirvió para hacer un breve homenaje por el joven que murió. La gente en la plaza prendió velas, celulares y encendedor­es en memoria del compañero que quedó en el camino.

Apenas 200 en la frontera

Alrededor de 200 migrantes continúan aún en el puente internacio­nal de Rodolfo Robles, en espera de poder ingresar de manera legal a México.

En este puente desde hace cinco dias han permanecid­o hombres, mujeres y niños, con el objetivo de cruzar de manera legal a México y evitar ser detenidos y deportados a su país.

Los migrantes continúan esperando en este lugar. Han recibido comida, agua, ropa y cobijo para que puedan soportar su estancia.

Otros migrantes hondureños han cruzado por el río hacia Tapachula y continúan su viaje hacia Huixtla para ingresar al interior de país y algunos a Estados Unidos.

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Bajo el sol y con temperatur­as de hasta 30 grados, los indocument­ados caminaron desde Tapachula hacia Huixtla; en el trayecto los lugareños les ofrecieron agua y comida.

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