¡Resiliente pariente!
Mientras la Conagua trata de explicar lo inexplicable y culpa a la “K” invertida hasta de la caída de la caravana migrante, ya nada es igual. Incluyendo la nostalgia que, como bien se comprueba de manera cíclica, ya no es lo que solía ser. Por eso gente malsana hizo desaparecer las placas inaugurales del Metro citadino que llevan el nombre de dos grandes próceres de la patria, paladines de la democracia y la inclusión, Marcelino García Barragán y don Gustavo Díaz Ordaz. Una idea que nos han querido copiar hasta en España, donde después de la búsqueda de la exhumación de los restos de un humanista como Francisco Franco para llevarlo debajo de la alfombra de la historia, también existe una iniciativa que pretende la desaparición de todo recuerdo público de un hombre al que deben admirar personajes tan maravillosos como Jair Bolsonaro. No puede ser.
En esa lógica está el gobierno por venir de Claudia Sheinbaum.
La nostalgia tan no es lo que era que incluso los grandes empresarios dejaron de añorar al viejo nuevo aigriopuerto de Texcoco y se preparan para instalarse en Santa Lucía. Bueno, hay tal desmemoria que uno ni sabe dónde quedó la histeria colectiva, la lógica Leo Zuckerman y el melodrama financiero. ¡Qué infamia! Uno que ya se preparaba para el fin del mundo y ahora resulta que el peso se recupera, que la bolsa está tranquis y que no hay purrum. Chale. Y lo que nos faltaba, lo de hoy es tratar de arrasar con todo rastro del mancerismo que representaba el muy fiusha y muy furris #CdMx con la que se sustituyó al México Distrito Federal, ayayay, como diría Chava Flores. Con los buenos resultados que solo pueden ser comparados con los de la SCT y la PGR, es una injusticia con el mancerismo.
Esto parece un capítulo más de Lo quecallamoslosintelectualesneoliberales, en cuya emisión más reciente vimos cómo Mario Vargas Llosa es correteado por Hacienda como Miguel Bosé por no pagar impuestos. Uno no puede ser tan resiliente, pariente. ¡Maquiavélico!, diría Charly Salinas.
Uno esperaba el fin del mundo y el peso se recupera, la bolsa está y no hay