Juegos de guerra
Esta semana el Secretario de la Defensa estadunidense, James Mattis, visitó a las tropas desplegadas en la frontera con México para evaluar, entre otros aspectos, la moral de los casi 6 mil efectivos a una semana del Día de Acción de Gracias.
Los militares enviados por el presidente Donald Trump para evitar el ingreso de los migrantes centroameri- canos que forman parte de la caravana que atraviesa México son parte de las acciones emprendidas por Washington en respuesta a la crisis humanitaria que viven Honduras, Guatemala, Nicaragua y El Salvador.
Como medida adicional, Trump firmó un decreto con el que transforma radicalmente el proceso para pedir asilo político para quienes ingresen sin autorización por la frontera con México, limitando las posibilidades de estos migrantes.
Durante las semanas previas a la elección legislativa del martes pasado, Trump calificó la caravana como una emergencia nacional. El mandatario reiteró a través de Twitter y en cada oportunidad frente a las cámaras que en el grupo viajaban criminales y personas del medio oriente, sugiriendo que terroristas habían infiltrado la caravana.
Pero desde que la elección quedó en el retrovisor, el presidente Trump no ha vuelto a mencionar la caravana, los militares en la frontera o cualquier
Trump firmó un decreto con el que cambia el proceso para pedir asilo político
asunto relacionado con migración. La cadena Fox News, que se ha convertido en el medio oficial de su administración, tampoco ha regresado a la cobertura del tema.
De la emergencia nacional que advertía Trump solo quedan los soldados estadunidenses instalando vallas con alambres de púas, realizando ejercicios disuasivos.
Queda claro que Trump utiliza a estos soldados con fines políticos, hay que decir que sin mucho éxito según los resultados de la elección. No le importa el daño que esto pueda traer a la credibilidad y la reputación de una de las instituciones más respetadas entre la opinión pública.
Mucho menos le importa lo que pueda pasar ahora que los primeros miembros de la caravana comenzaron a llegar a Tijuana, donde ya los esperan las fuerzas estadunidenses. Si para estas familias migrantes el camino ha sido difícil, lo que les espera en su destino final podría resultar mucho peor.