Milenio Laguna

“Sobre una mesa... reposa un cuerpo fuerte pero enfermo de corruptiti­s aguda”

- Luis García Abusaíd

En círculo, agarrados de la manoestán Yeidckol Polevnsky, Héctor Díaz Polanco, John Ackerman, Paco Ignacio Taibo II, Epigmenio Ibarra y Gerardo Fernández Noroña. Entre pequeños brinquitos se mueven hacia la izquierda, mientras cantan: “escucha México/ a la víbora, víboradela­mar/siPeñatemo­vió/Obrador teharátemb­lar”.

Al interior del círculo, está Andrés Manuel vestido de cirujano en color café claro. Una enfermera le asiste.

Sobre una mesa de madera reposa un cuerpo fuerte pero enfermo de “corruptiti­s aguda”, “rotavirus de rabia contenida”, “fiebre hemorrágic­a de impunidad”, “tifus de pavor malandro”, “futurus interruptu­s” e “incontinen­cia de frustrada fe”.

Embelesado­s, los ojos del paciente miran a Obrador; y con su mirada le interroga: “mi Peje, por ti sé que tengo remedio; ¿cómo mecurarás?”

Obrador suda frío y piensa: “Pobre, está invadido por enfermedad­es causadas por “la Mafia en el Poder”. ¿Cómo acabo con ellas sin hacerle daño?” AMLO levanta la ceja izquierda a la enfermera y ésta anestesia al enfermo.

López toma una jeringa de una mesa lateral y le inyecta en el estómago“con sultitis erra tic us” para fortalecer su capacidad de sabia decisión.

Emocionado, el cuerpo se convulsion­a. AMLO sonríe. Agarra otra jeringa y le administra en el cerebro “menus raterus co misio nis ”. El paciente sonríe también.

Toma otra y le inocula en el corazón “pensionis administra­tis per il Stato”. El enfermo llora y entra en profundo sueño, mientras susurra algo. La enfermera pega su oído a la boca del paciente y dice a AMLO: “el enfermo le pide que tome las reservas internacio­nales del Banco de México para financiar el gastopúbli­co”.

Obrador lagrimea y grita: “¿Cuál enfermo? ¡Ejtá curado el infeliz !”

Dichoso el círculo a su alrededor, brinca hacia la izquierda, mientras canta: “chicle totito/ chicle balón/ ¡Maduro/ eres un chingón!”

En las gradas, Alfonso Romo y Carlos Urzua lloran incontenib­les, mientras el dólar sube, los inversioni­stas extranjero­s huyen y la Bolsa de Valores Mexicana se desinfla.

México tiembla. Y no es metáfora.

Obrador suda frío y piensa: “Pobre, está invadido por enfermedad­es causadas por “la Mafia en el Poder”.

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