Toma de posesión de AMLO crispa nervios de inversionistas
Caen bonos, acciones y peso. Pocos parecen tener confianza en un repunte como el que se dio tras la elección y están inquietos por el uso que hace el Presidente electo de las polémicas consultas
¿Se repite la historia en los mercados mexicanos? Los bonos, las acciones y la moneda registraron una fuerte caída antes de las elecciones presidenciales del 1 de julio y la victoria ampliamente prevista deAndrésManuelLópezObrador, el político nacionalista de izquierda quien era el candidato menos preferido por los mercados.
Cinco meses después, caen una vez más cuando se acerca la toma de posesión de López Obrador el 1 de diciembre.
En julio pasado, los mercados protagonizaron un gran regreso. El índice de referencia, el IPC, por ejemplo, subió más de 10 por ciento desde su punto más bajo a finales de mayo para lograr un punto máximo a finales de agosto.
Sin embargo, las pérdidas en las últimas semanas llevaron al índice a caer más de un quinto desde su picoypocosinversionistasparecen tener confianza de que se presente un repunte en esta ocasión. Quedaron inquietos, sobre todo por el uso que hace el Presidente electo delaspolémicasconsultaspopulares para decidir temas de políticas, como la votación del mes pasado para detener la construcción de un aeropuerto de 13 mil millones de dólares (mdd) parcialmente construido cerca de Ciudad de México.
“Los inversionistas necesitan estabilidad en los mercados de divisas para que los inversores extranjeros se sientan cómodos invirtiendo en el país, incluso a nosotros nos sorprendió lo que parece ser un enfoque errático para la formulación de políticas”, dijo Stuart Edwards, gestor de fondos de interés fijo de Investo. “Parece que tiene una mala planeación y la comunicación ha sido mala”.
Los críticos de las consultas cuestionan su legalidad y dicen que están amañadas para obtener los resultados que quiere López Obrador. Sin embargo, las consultaspopularescontinuaronyseplaneanmásenelfuturo,einclusosus críticos dicen que poco se puede hacer para evitar que el gobierno entrante actúe sobre la base de sus resultados.
Sumándose a una serie de promesas populistas más en las últimas semanas, como el plan para prohibirlascomisionesdealgunos servicios bancarios, claramente llevaron a algunos inversionistas a llegar a la conclusión de que después de todo, sus peores temores están a punto de hacerse realidad.
Sin embargo, no todos los gestores extranjeros de activos ven las cosas de una forma tan sombría. Paul Greer, gerente de cartera de Fidelity International, dice que los inversionistas deben ver entre la retórica populista, de la cual espera escuchar más en el discurso de toma de posesión de López Obrador, y en su lugar prestar atención a las acciones de gobierno una vez que se establezca.
La primera gran prueba llegará con su primer presupuesto a mediados del próximo mes. Se espera que Carlos Urzúa, el próximo secretariodeHacienda—unrespetado tecnócrata cuyo nombramiento ayudó mucho para tranquilizar a los inversionistas tras las elecciones— anuncie el objetivo para que el superávit del presupuesto primario del gobierno llegue a ser de 1 por ciento del PIB, en comparación con el objetivo anterior de 0.8 por ciento.
Urzúa ya calmó algunos nervios al prometer que se llevarán a cabo roadshows para inversionistas y al descartar algunos de los planes radicales que se han presentado, como la propuesta de reemplazar los planes privados de pensiones con un sistema único estatal.
Elpresupuesto,dijoEdwardsde Invesco, “será la verdadera prueba de fuego para saber si México se mantendráfuerte...seráimportanteparamostrarcuálesseránlossupuestos subyacentes del gobierno y para dar señales de la dirección futura de las políticas”.
“Nuestra evaluación es que las valoracionessonunjustoreflejode los riesgos”, dijo Stewart Edwards de Invesco.
Invesco tiene posiciones “bastante considerables” en tasas locales y en bonos soberanos en moneda dura y bonos corporativos. “Si las cosas se estabilizan”, agregó, “existe el potencial de un gran va-