Resistencia al cambio y falta de solidaridad
Tal como era de esperarse, los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aceptaron a trámite la acción de inconstitucionalidad, promovida por senadores de diversos partidos (PRI, PAN, PRD y MC), en contra de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos que disminuye los salarios de los altos funcionarios y fija en 108 mil pesos la percepción mensual del Presidente de la República. Con esa aceptación la SCJN abre la puerta a la suspensión de efectos de la citada Ley. Pero al mismo tiempo queda en evidencia la falta de voluntad de sectores que, por muchos años ya, han mantenido privilegios que son insultantes en un país con tanta pobreza y con tanta inequidad en las percepciones salariales.
Lo más lamentable de este asunto es el cinismo que se hace presente al ser los Ministros jueces y parte. ¿O acaso alguien duda que los propios Ministros apoyaron, contribuyeron a la redacción y cabildearon la mencionada acción de inconstitucionalidad? ¿No serán ellos mismos quienes manipulen y presionen para la aprobación de la suspensión y mantener así sus privilegios?
Los Ministros de la SCJN son los que tienen más altos salarios en toda América Latina. Ganan en promedio al año cuatro millones 229 555 pesos, es decir, $ 352,462.00 mensuales y $ 11,748.00 diarios. Esto último es lo que necesita al mes una familia mexicana promedio, de cuatro miembros, para cubrir sus necesidades básicas. Cabe aclarar que lo mismo que gana un Ministro de la SCJN lo percibe un Consejero de la Judicatura Federal y un Magistrado de Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial gana apenas un poco menos, $ 347,132.00 mensuales. Esto es alrededor de 160 veces más de lo que obtiene un trabajador con salario mínimo. Aunque no soy muy bueno con las matemáticas, los datos que aporto son susceptibles de revisarse y, sea cual fuere el resultado de la revisión, lo que nos va a confirmar es la insostenible inequidad que aún existe en México, la resistencia de ciertos sectores a perder privilegios y a sumarse a las políticas de austeridad que exige la condición actual del país. Es por lo demás totalmente reprobable la falta de solidaridad.
Los Ministros de la SCJN son los que tienen más altos salarios en toda América Latina