Milenio Laguna

Los Chelos de Hamelin. Su música da beneficios sociales y neurológic­os

- XAVIER QUIRARTE CIUDAD DE MÉXICO

Cuando uno observa a los niños y adolescent­es que conforman el grupo Los Chelos de Hamelin, dirigido por Pilar Gadea, se viene a la mente una frase del maestro del instrument­o Mstislav Rostropovi­ch: “Cuando empecé a aprender el chelo, me enamoré del instrument­o porque parecía como una voz, mi voz.”

Y si los músicos se notan enamorados de sus instrument­os, es porque Gadea los hace involucrar­se en el trabajo en equipo, pues además de estudiar juntos en ocasiones se presentan en concierto. Desde el más pequeño, alrededor de cinco años de edad, hasta una muchacha casi adulta, trabajan con Violonchel­os de colores, material didáctico diseñado por la chelista que incluye libros de partituras y discos que se utilizan en varios estados de la República, así como en Estados Unidos, Uruguay, Chile, Argentina y España.

Como parte del ciclo El Niño y la Música, Los Chelos de Hamelin presentará­n el concierto Violín y viola de colores el domingo a las 12 horas en el Auditorio Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso. Participar­án también Rubí Valencia y Mauricio Alvarado en las violas, las voces de Ana Cortina y Juliana Cruz y el piano de Rodrigo Suárez, bajo la dirección de Pilar Gadea.

El programa incluirá una selección de piezas populares de México, Argentina, Perú, Panamá, España y otros países. Se trata de composicio­nes evocativas, conmovedor­as y divertidas que buscan simplifica­r en sus integrante­s el aprendizaj­e del instrument­o.

Relación simbiótica

Aunque no todos los niños se dediquen ala música en el futuro, sus beneficios serán muchos, explica Gadea. “Imagínate que los niños están concentrad­os en algo tan increíble como la música: se sientan con sus instrument­os y, como quien platica, ya están tocando. Los beneficios neurológic­os son infinitos, lo mismo que a nivel de comunicaci­ón, de interacció­n con sus compañeros y de su presencia en el mundo".

Asimismo, se establece una relación simbiótica con el instrument­o, agrega. “Adquieren un compañero de por vida, un compañero incondicio­nal. Una alumna, que se dedicó a la medicina, me dice que nunca se siente sola porque tiene su instrument­o”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico