“La ‘Honestidad’ de Jorge”
¿
Porqué es tan sólida la imagen de Jorge Zermeño? Porque es talla corrupción e impunidad en nuestra cultura política que cualquier político con la capacidad de ser honesto o aparentar lo, puede llegara ser presidente municipal, gobernador o hasta presidente de la República. Obvio, una vez ahí, para mantener su aura prístina de pura honestidad deberá culpar de todo lo malo a su corrupto antecesor.
Por ello, esa caparazón luminosa blinda a Zermeño de cualquier error suyo o de su equipo, porque todo tiempo pasado fue peor.
En el presente, Zermeño puede ser déspota, autoritario, insensible o tibio en su gestión como presidente municipal; pero las voces críticas apenas se escucharán.
Zer me ño puede ser siniestro y nombrar a su secretaria particular, Andrea Salmón, como directora de Desarrollo Económico sin experiencia en el tema; sólo para ser acribillada por sus detractores dentro del Ayuntamiento, y poder deshacerse de ella, después de 1 mes y 1 día en el cargo.
Andrea salió, sin embargo, a tambor batiente. Acusó a Zermeño de corrupción por omisión, al señalar que no renunciaba por berrinche “sino porque es lo que por ética tenía que hacer”. Y precisó: “no quiero verme involucrada, no quiero ser cómplice en los casos de corrupción que se dan en la Ventanilla Universal, donde se expiden usos de suelo, se otorgan licencias mercantiles que no se deben otorgar”. Yo pretendía “cortar todos los canales de corrupción ”, en esa ventanilla, pero me la iban a quitar porque el tesorero Hernán Sirgo “la pidió”.
¿Dónde están las Organizaciones de la Sociedad Civil que, por mucho menos, cuando Miguel Riquelme, ya hubieran tomado el edificio de la Presidencia Municipal por asalto ?¿ Tenían su alma panificada desde siempre o nunca fueron realmente apartidistas y ciudadanas?
Lo dicho. El luminoso caparazón de honestidad que porta Zermeño está blindado; porque culpa de todo a su antecesor y tiene a una sociedad civil, acrítica y embelesada, con su aura anti corruptible, por hecho u omisión.
Así de necesitados de políticos honestos estamos.
El luminoso caparazón de honestidad que porta Zermeño está blindado