La serie está para cualquiera
Copa del Rey Barcelona y Real Madrid empataron en la ida de la semifinal; en el Bernabéu decidirán al ganador
El Barcelona salió con vida de la semifinal de la Copa Rey ante un Real Madrid que le plantó buena cara. El conjunto de Santiago Solari sorprendió de arranque, asumiendo el duelo como el ideal para mostrar su evolución anímica y futbolística. Lucas Vázquez puso por delante a los merengues que tuvieron 20 minutos iniciales de mejor futbol. Sin Leo Messi de arranque, el Barça fue un equipo que no se reconoció, pero que salvó el juego con un gol de Malcom que deja abierta la serie para la vuelta que se celebrará en el Santiago Bernabéu dentro de tres semanas.
Ritmo, pausa y control. El Real Madrid lo tuvo todo en el inicio, el cuadro de Solari —debutante en el banquillo en este tipo de compromisos— sabía a lo que jugaba frente a un Barça con muchas dudas, mal posicionado y que se sintió incómodo desde el pitido inicial, acusando la baja de Messi, quien estuvo en la banca.
El técnico rosarino interpretó bien el escenario, colocó por la derecha a Lucas Vázquez para frenar las subidas de Jordi Alba, lanzó de inicio a Vinicius, que mostró carácter y atrevimiento, y se encomendó a Benzema, quien se encuentra en estado de gracia. El Madrid golpeó primero y apenas al minuto 6 logró ese ansioso gol de visitante tan valioso en estas eliminatorias; Vinicius puso un servicio al segundo palo que superó a Jordi Alba y que controló Benzema, quien cedió a Lucas Vázquez para rematar dentro del área.
El Barça tardó en reaccionar, lo hizo hasta después del minuto 20, cuando empezaron a acercarse al arco de Keylor Navas, sobre todo desde la banda derecha con Semedo y Malcom. El extremo falló un mano a mano con Keylor. Luego, un centro suyo fue rematado por Piqué y otra falta servida por el brasileño fue cabeceada por Rakitic al poste.
El partido pasó a ser del Barça, pero con un dominio estéril, mientras, Messi jugaba nervioso con una botella de agua en el banquillo. El equipo catalán mantuvo esa inercia en la segunda mitad, con Malcom como su hombre más activo ante un Madrid que fue a menos. El empate culé llegó en el 58’, una acción que nació de un pase de Lenglet a Alba, el balón lo repelió Keylor, Luis Suárez cazó el rechace y disparó al palo. Malcom recogió la bola y la puso lejos del arquero.
Por fin ingresó Messi y parecía que el Barça se vendría arriba, pero Leo no revolucionó el partido, el Madrid fue cauto, el argentino no estaba al cien y eso quedó en evidencia. Al final no hubo más goles, merengues y blaugranas se conformaron y pidieron cita hasta dentro de tres semanas en la vuelta que se jugará en el Santiago Bernabéu.