“Toca mucho y avanza poco”
Tumbar al Guadalajara dictaminó que el Santos volviera a dejar en claro que no hay imposibles para los de Salvador Reyes. Sin embargo el equipo ha empezado a perder un poco el aura de aquel equipo campeón. Hay aspectos que encumbran a los campeones, empezando por sus hombres y la personalidad que cada uno de ellos le imprima a cada situación y contexto, sin dejar de lado la estela de juego que dejan sobre el campo en cada partido. Se fue gente importante, se fueron campeones, pero llegó sangre nueva con ganas de triunfar en una institución que lo tiene absolutamente todo.
El Santos, cuando le toca el turno de tener el balón y la posesión, suele ser mejor que todos sus rivales al tratar la pelota y tejer el juego. Pero ya hay un déficit notorio: falta de contundencia. Siento que el Santos por momentos parece el novio en la noche de bodas: “toca mucho y avanza poco”. Urde bien el juego, tal vez un poco más lento que hace dos torneos, pero el medio campo ya anda produciendo. El problema viene arriba, donde está haciendo falta una dosis de chispa al final. Ante Tigres fue muy marcado y eso lo terminó penalizando el equipo.
De repente el Santos se articula muy bien sobre el campo y logra producir, pero luego padece lapsos de incertidumbre y se marea cuando llega a la cima. Ante Chivas se dio el golpe con el puño cerrado sobre la mesa, pero luego ante Tigres se volvieron a notar las fisuras; ese es un reflejo de que el equipo no termina por encontrar su consistencia idónea en este torneo. Hoy toca Tijuana, que suele ser bastante bipolar. Pero el obligado es el Santos que debe transformar el TSM en su fuente de confianza, alimentado por su público que nunca debe olvidar que cuando el equipo flaquea ellos son los que deben impulsarlo.
Hoy hay que ganar irremediablemente, pero tratando de recuperar la inercia que llegó a ser imbatible. Una no victoria encendería (debería) algunas alarmas. Siempre he sido partidario de que en el futbol importa mucho el cómo se logran las cosas y el Santos históricamente ha sabido homenajear al futbol. Hoy hay que dar una alegría.
El Santos, cuando le toca el turno de tener el balón y la posesión, suele ser mejor que todos sus rivales