Luna Ramos se va “sin mácula” de la Corte
En su último día en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la ministra Margarita Luna Ramos aseguró que se va del alto tribunal “con la serena quietud de portar sin mácula alguna” la toga que la acompañó durante 15 años.
“La decisión final de un juzgador solo permanece al tiempo. Hoy se cumple el mío. En este día que abandono definitivamente mi sitial, me voy con la serena quietud de portar sin mácula alguna, por última vez, esta toga que durante 15 años me acompañó en la realización de esta hermosísima tarea de impartir justicia, esta toga que cotidianamente cobijó a mi solitario corazón de juzgadora que en la resolución de los asuntos siempre, siempre, latió con inquietud”.
Luna Ramos, quien en su momento presentó un proyecto de sentencia que derivó en una resolución histórica, ya que por primera vez se reconoció que las autoridades primero deben consultar a las comunidades indígenas para emprender cualquier asunto que tenga que ver con sus poblaciones, declaró que el papel que hoy realiza la Suprema Corte es fuente de estabilidad, armonía y paz social en México.
Sin embargo, subrayó que la democracia no puede sostenerse en los pilares de una sociedad desigual.
Ante los plenos de la Corte, del Consejo de la Judicatura Federal y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Luna Ramos destacó las resoluciones que tanto en el pleno como en la segunda sala impulsaron cambios que derivaron en otros derechos para los ciudadanos, y en las que le tocó participar.
La ministra también participó en la discusión de dos grandes reformas constitucionales en materia electoral, en 2007 y 2014, referentes a la paridad de género, candidaturas independientes y reelección.
A la ceremonia asistieron los ministros en retiro Mariano Azuela Güitrón, Guillermo Ortiz Mayagoitia y Sergio Salvador Aguirre Anguiano.