Al alza, perspectivas negativas en América Latina, dice Fitch
Señalamiento. Advierte que son ocho las naciones cuya nota está presionada: Argentina, Aruba, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua y Uruguay
Fitch Ratings alertó que las presiones de calificación negativa de América Latina se han incrementado, pues en los últimos seis meses revisó las perspectivas de cuatro países, por lo que ahora son ocho los que están en esta condición, Argentina, Aruba, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua y Uruguay.
En tanto, abundó, ninguna nación tiene una perspectiva positiva, aunque sí estable, como Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, República Dominicana, El Salvador, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú y Surinam.
Fitch explicó que estas presiones de calificación reflejan una serie de factores dentro de un entorno de crecimiento económico global lento, que representa un esfuerzo desafiante para consolidar las cuentas fiscales y estabilizar las cargas de la deuda.
La calificadora de riesgo pronosticó que el crecimiento económico aumentará este año en Brasil y Colombia, pero solo a niveles de 2.1 y 3.3 por ciento, respectivamente, mientras que es probable que México, Perú y Chile experimenten desaceleraciones moderadas, y que las contracciones anuales en Argentina y Venezuela continúen.
Detalló que más allá del entorno macro económico general, el riesgo político y la dirección de la política económica siguen siendo incertidumbresclave en varios países, como es el caso de las dos economía s más grandes de la región, Brasil y México.
En México, puntualizó, el nuevo gobierno envió señales mixtas sobre políticas económicas, ya que el presupuesto de 2019 y las declaracionesrecientes de política fiscal mantienen excedentes primarios e indican una continuación del marco fiscal existente y, en general, la administración parece estar
siguiendo la continuidad de la política macroeconómica.
Sin embargo, la decisión de cancelar el proyecto de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y otras intervenciones de política microeconómica, como la congelación de las implementaciones de la reforma energética, apuntan a otras áreas de incertidumbre política.
Por su parte, agregó Fitch, la nueva administración en Brasil anunció reformas económicas para mejorar la perspectiva fiscal, en particular a través de una propuesta integral de reforma de las pensiones, pero su aprobación por parte del Congreso es un desafío y no se sabe qué tanto se modificará la propuesta a través del proceso legislativo y el hecho de no aprobarla podría afectar las perspectivas de inversión, recuperación y aumentar la incertidumbre sobre la dinámica de la deuda pública a mediano plazo.