Agua, cambiar la ruta
Haymuchasfrasesqueseleatribuyen a Albert Einstein que nunca las dijo ni las escribió. Hay muchos ejemplos de esta forma temprana de fake news: el discurso del Gran Jefe Seattle al Presidente de los Estados Unidos, o la carta de Gabriel García Márquez cuando le diagnosticaron cáncer son ejemplos.
Volvamos a Einstein y sus perlas de sabiduría. Muchas no eran otra cosa que la aplicación del sentido común. Muy pocas surgen de su actividad como revolucionario de la física. Hay una simple, de obvia verdad, que se nos olvida. Dijo Einstein: “No podemos resolver nuestros problemas con la misma manera de pensar que nos llevó a crearlos”.
Pues bien, así estamos en La Laguna con el asunto del agua. La Comarca Lagunera tiene agua. Mucha agua. Tiene dos grandes ríos que nos la traen de la Sierra Madre Occidental año tras año. Pero La Laguna pasa sed. La Laguna se seca. Las lagunas de La Laguna ya no son. ¿Donde está entonces el agua tan abundante? Se derrocha en usos inconcebibles para quienes vivimos en medio de un desierto. Somos el ejemplo del desperdicio agroindustrial de un bien vital, estratégico.
Ese mal uso puede corregirse. Corroborando que cada concesionario extraiga sólo el agua a la que tiene derecho, ni una gota más. Esto exige la medición telemétrica de cada pozo en un sistema de transparente y auditable. Con seguridad, aún así, se tendría que reducir el tamaño y el número de las concesiones.
También habría que dejar que el Nazas y el Aguanaval corran de nuevo por sus cauces hoy resecos. Sólo así llegaremos al estado en el que el acuífero reciba más agua de la que le sacamos. De pasada, las frescas orillas de sauces, álamos y ahuehuetes volverán a dar sombra del Cañón de Fernández a Mayrán.
Cualquier otro plan que no incluya estas medidas será caer en el error que menciona Einstein. Aliviar el arsénico en el agua sin medir y sin poner freno a la extracción será empeorar las cosas. Pensar que una estrategia generada por la aristocracia hidráulica que plantea una potabilizadora y poco más, será acelerar el desastre.
...que cada concesionario extraiga sólo el agua a la que tiene derecho...