Comunidad colombiana “paga” la mala fama de redes gota a gota
Vacío legal. El país sudamericano acusa que la aplicación de la justicia no es igual para sus paisanos
El gota a gota es una novedosa forma de extorsión que se ha “popularizado” en los últimos meses con impacto más allá de la sociedad mexicana y hoy la comunidad colombiana en México enfrenta un estigma, que deja fuera las causas de este fenómeno.
El sistema conocido como gota a gota ofrece créditos de hasta 60 mil pesos con altas tasas de interés, lo que hace imposible pagar la cuota diaria y cuando hay incumplimientos los acreedores recurren a amenazas y violencia.
En los últimos seis meses, solo en Ciudad de México se han reportado 348 denuncias por este delito, mientras que autoridades y titulares de la prensa se han encargado de señalar a los colombianos como los responsables de este método de extorsión.
El cónsul de Colombia en México, Luis Oswaldo Parada, dijo que este boom mediático ya tuvo un impacto negativo entre la comunidad, que se estima llega a los 70 mil residentes.
Agregó que los medios de comunicación ponen a los colombianos como los únicos responsables de este delito, incluso reconoció que aumentaron los turistas a los que se les negó el ingreso al país, lo que se evidenció en Semana Santa.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Migración, hasta mayo hubo mil 586 turistas rechazados, la mayoría por inconsistencias en su entrevista al momento de ingresar al país, apenas 33 por ciento de los casos en 2017.
El cónsul refiere que hay casos en los que incluso no son notificados a tiempo para brindar asistencia a sus paisanos y se enteran hasta que son repatriados.
“Somos víctimas de muchos delitos, violación de derechos humanos, xenofobia, robo a residencia, atracos en el Metro, robo de vehículos y esperamos que tengan la misma atención que para los mexicanos”, agregó.
Dijo que las penas por este delito son excesivas, ya que no estar titpificada esta falta, muchos colombianos terminan con sentencias por otro crimen, dejando 294 connacionales tras las rejas.
La investigadora en ciencias sociales Yarima Merchan Rojas aseguró que hay elementos que no han sido considerados dentro de este fenómeno y anticipa apenas la punta del iceberg de un problema mayor como el lavado de dinero de organizaciones criminales.
“Ofrecen a jóvenes, sin antecedentes penales y de zonas pobres, trabajo para que vengan a México, no les pintan que se van a volver extorsionadores, sino que van a prestar plata y, en general, eso no es delito”, agregó.
oportunidad._ No obstante, estos jóvenes llegan con una larga lista de dudas que deben cubrir, por lo que son incluidos en las filas del crimen organizado, que ven en los comerciantes una