La afición debe entender…
En ORLEGI el Santos es uno más de sus ya muchos activos, ya no es su único foco de atención y preocupación
Qu e el Santos comenzará la búsqueda por re encontrarse así mismo; por recuperar eso que tu voy ya no está. Inolvidable será ese equipo que al futbol y fue un brillante campeón en el Clausura 2018. El rompecabezas que ya estaba armado perdió piezas: Iz quier doz, Araujo, Oswaldo Martínez y Djaniny. Piedras angulares de un equipo que encontró una consistencia como muy pocas veces la había tenido el Santos en su historia. Ahora Alma da tiene antesí un equipo estructura do a su antojo ya sus anchas. No tiene pretexto alguno para fallar.
Una de las frases que no hace mucho dijo la directiva fue que“uno de los objetivos es recuperar jugadores ”. Estoy ansioso por verla mano de Alma da en ese rubro: recuperar. También el aficionado debe entender, de una vez por todas y aunque le disguste, que el Santos ya no tiene en su radar esos jugadores de renombre y que gen eran explosiones publicitarias. El aficionado, ingenuamente, sigue esperando contrataciones“bomba ”. El contexto del Santos y de ORLEGI y ano está en caminado a eso. El planes buscar talentos, traerlo sal club y pulir los para que con el tiempo generen beneficio. En pocas palabras: buscar jugadores que con el tiempo exploten futbolístic a mente aquí y después puedan ser funciona el negocio.
Recientemente publicó Alberto Aguilar, en El Heraldo de México, un análisis sobre ORLEGI y su expansión, en donde explica cómo sus divisiones van desde lo deportivo a lo agro industria le inmobiliario. Se deja muy en claro también, en ese artículo, las alianza s se han ido generando. No es de extrañar se que con el tiempo lleguen a adquirir uno o más equipos tanto en México como en el extranjero. ORLEGI va muy, pero muy en serio con su expansión. Y todo eso está perfectamente bien; debe dar gusto que en México exista un crecimiento empresarial de tal magnitud.
El punto medular que debe entender el santistas es: que en la galaxia de ORLEGI el Santos es uno más de sus ya muchos activos y que el equipo ya no es su único foco de atención y preocupación. Quiero pensar que el Santos nunca quedará desamparado porque, lo acepten o no sus dueños, es el consentido. Pero la afición debe entender que lo que está es lo que hay y no habrá más. Entendiendo todo el contexto no hay por qué sufrir ni deprimirse. A la afición le toca comprender la realidad( que no es catastrófica) y hacerlo suyo: apoyar desde donde se encuentren porque el Santos está a ocho días de comenzar su nueva aventura.