El cáncer le quitaba la vida; la asociación civil se la devolvió
La vida para muchas mujeres no ha sido fácil. Ivonne Guillermina Vargas Mendoza de 65 años da cuenta de ello. Una negligencia médica por transfusión de sangre contaminada por hepatitis C, le privó de continuar con su vida de manera habitual y seguir trabajando. Tras superar su enfermedad, retomó su trabajo y hoy está a unos días de obtener su pensión luego de trece meses de trabajo que le proporcionó la asociación civil Projulab.
En otros años, Ivonne Vargas se desempeñó previamente como asistente ejecutiva a nivel gerencial en diversas empresas. En 1982 tuvo a su tercer hija por medio de cesárea en un conocido sanatorio privado de La Laguna; el doctor que la asistió le dejó gas as en su interior.
Al paso de los días vomitaba mucha sangre y las temperaturas eran muy altas. el médico al revisarla se dio cuenta de la situación real de salud. Al perder mucha sangre, le tuvieron que transfundir, sangre, mismo que tardó 28 años en darse cuenta. Un día escuchó que solicitaban sangre para una niña interna da en el IMSS 71. Ella se presentó y ahí le descubrieron la infección; que ya le había afectado el páncreas, intestinoy el hígado por la hepatitis C que contrajo.
Una constante en su vida
Dejando aun lado su vida laboral y su habitual dinámica familiar, el hospital y las visita sal médico se convirtieron en una constante en su vida.
Esta condición se empeoraba al no recuperar su Afore, Infonavit y su pensión. Tenía que cerrar ciclos y emprender otros, no detenerse. “Yo no quería acordarme del pasado y empezar a trabajar. Dios llega en el momento oportuno. Tuve que hacer un alto en casa y ahora que se presentó la oportunidad en Pro ju lab, hay que darle ”.
Siete años tuvieron que pasar para tomar la decisión de retomar su vida, tras sentirse bien. Cada seis meses tiene que acudir aquel e hagan el ultrasonido, estudios de sangre y tiene que tomar medicamentos para el páncreas
Sí me sentí abatida, pero tenía que demostrarle a mis hijas que podría salir adelante
Le doy gracias a Dios y a María IsabelLó pez de Pro ju lab, que ahora, estoy por obtener mi pensión ”.
Vargas Mendoza ha tenido que enfrentar crisis depresivas pero ha tenido el apoyo y comprensión de su familia; sabe que además de encontrar el beneficio económico, ella ha encontrado un beneficio moral. Muchas personas que llegan a Projulab sin pensión, pero también con problemas existencia les. depresiones profundas y problemas familiares. esperanzador._
“A qui he valorado mucho la vida, la familia, a mis hermanos; se aprende del ser humano y del sentir el dolor ajeno, a compartirlo ya creer mucho en Dios ”, finalizó en un tono más