Turismo y conservación
En el nombre del ecoturismo se han cometido muchos crímenes contra la naturaleza. Para empe-zar, los turistas no saben como hacer un turismo culto y respetuoso del lugar que visitan. Turistas de bocina, cuatrimoto, asador y mascota, que perturban, a menudo irreparablemente, aquello que supuestamente les atrajo.
Encima de esto, tenemos autoridades que tampoco tienen idea de la conservación ni del turismo. Todo lo que se les ocurre es buscar quién invierta en hacer cabañas, construir una tirolesa y or-ganizar cabalgatas y carreras de bicis o a pie sin ningún protocolo que prime la conservación del área y el beneficio de sus habitantes.
Este “ecoturismo” termina siendo una agresión contra del sitio a proteger, abonando a su des-trucción. Los ejemplos exitosos del turismo de naturaleza se han dado en aquellos sitios donde se ha hecho un esfuerzo por capacitar a los locales -los mayores conocedores del sitio- como guías de naturaleza. Adicionalmente, si hiciera falta alguna infraestructura de hospedaje, hacerla en las comunidades con la participación de sus habitantes y siguiendo un plan maestro ideado por especialistas pero diseñado junto a las comunidades y otros actores interesados. Los habitantes del sitio tienen que ser socios y beneficiarios.
Durante la anterior administración del Cañón de Fernández se capacitaron guías de naturaleza entre los pobladores de Nuevo Graceros con financiamiento de Conafor y se desarrolló un Programa de Uso Público (PUP) para ordenar las actividades turísticas del lugar. Este PUP fue lidereado por el despacho de Allan Rhodes, el mayor experto en el tema en México y fue financiado por la Secretaría de Turismo de Durango.
Con el nuevo gobierno estos dos logros han sido olvidados inexplicablemente. Es momento que las autoridades de Durango los retomen. Que se organice empresarialmente a los pobladores para ser prestadores de servicios y se financie la puesta al día y la puesta en marcha del PUP. Urge que el Cañón de Fernández sea ejemplo de políticas ilustradas de conservación y deje de ser el caos en el que se ha convertido.
Durante la anterior administración del Cañón de Fernández...