Sobre el Campestre Torreón
daba, “batallaba para pegarle a la bola, no me salían los tiros y me desalentaba un poco. Pero había un Pro de nombre Alejandro Nieto, él me ayudó mucho, me enseñó a mejorar y cuando fui haciendo mejor las cosas me animó a salir al campo. Claro que fue muy difícil para mí, porque veía a los demás jugadores pegarle bien a la bola y a mí me preocupaba retrasarme mucho en el juego”.
Considera que el golf es difícil jugarlo y aunque parece muy sencillo, pues la pelota siempre quieta, ahí entran otros factores y tiene mucho que ver cómo se mueve el jugador, la postura, el movimiento de los brazos, la fuerza y colocación. “Los aproach, el putt, todo tiene su dificultad. Hay hoyos de 450 metros y de 3 o 4 goles ya está uno sobre el green, pero una vez ahí con el putt uno hace tres o cuatro golpes, entonces todo eso lo hace muy especial. Algunos dicen que es un deporte de viejitos, sin complicaciones, pero si fuera tan fácil cualquiera ganaría un torneo”.
El doctor Metlich recuerda esos inicios como golfista y los define como inciertos. Invitado por amigos, recuerda que comenzó a jugar con Don Jorge Enderi, Ignacio Pámanes, Hugo y Humberto García, con ellos empezó a hacer foursome y “aunque la regábamos mucho, lo primordial era que nos divertía. Mi primer torneo fue uno del Día del Médico, yo entré pensando en aprender y me costó un poco de trabajo. No califiqué, pero yo me sentí satisfecho con haber terminado los 18 hoyos, eso fue para mí un logro, además de que pude experimentar esa sensación de estar en el campo, saber lo que se siente, lo que se hace y lo que habla, pero lo que yo quería era que se acabara, era sapo tras sapo, caídas al lago. Quedé muy sorprendido y con eso me animé a participar en más competencias, sobre todo con el sistema A Go Go, ya que permite jugar en equipo y se elige la mejor bola para jugarla. Después comencé con los individuales, conforme fue mejorando mi juego y mi hándicap.
Definitivamente ve al golf como ningún otro deporte, que a pesar de las dificultades, lo ve divertido, sobre todo que está lleno de anécdotas, porque siempre se está en la zozobra porque el agua llama a cada rato y aunque se esEl doctor José Metlich define al campo del Campestre Torreón dentro de los mejores del país, “tenemos unos greenes formidables, sobre todo reciben la pelota bien y la matan. He jugado en varios campos y puedo decir que como el Campestre Torreón pocos, ni que decir de su gente, sus instalaciones de primera. La directiva y su gente le han echado muchas
té lejos siempre está propenso a caer al lago, pero describe que lo mejor es la convivencia, la gran cantidad de amigos que se hacen, “es una camaradería enorme, ganas, siempre innovando, modernizándose”. No duda al decir que el golf es un deporte propositivo que más personas deberían experimentar, pues “en dos horas se pueden jugar 9 hoyos y hacerlo temprano por la mañana es fantástico, vale la pena hacer el esfuerzo y ojalá haya más generaciones jugando este bonito deporte”.
amigos de todas las edades, de toda La Laguna e incluso de Saltillo, Durango, Monterrey e incluso Estados Unidos, Japón, China, Alemania, entre otros países que están de visita en La Laguna por motivo de trabajo u otro, pero en este deporte uno se topa con gente de donde quiera”.
Dicen que para hacer buenos negocios, el golf es el indicado y en eso definitivamente está de acuerdo el médico. “Es un lugar propicio para hacer negocios, pero sobre todo para hacer amistad, amigos muy sinceros. Es relajante y uno ve las cosas de manera distinta al estar en el campo, pasándola a gusto”.
Al hablar de su mejor tiro, prefiere hablar del que le gustaría hacer y es el hole in one: “Llevo 16 años jugando en campo y nunca he hecho un hole in one, pero tengo amigos que han hecho dos o tres. Es un tiro de suerte para lo cual tiene mucho que ver el viento, las condiciones del clima. Conozco amigos que han sido campeones, como el doctor Valdez Cortés, que nunca ha hecho un hoyo en uno, pero juega a la perfección. Hay quienes no juegan bien y aciertan, es un tiro de suerte que estimula mucho, me encantaría hacer uno”.
El doctor Metlich comenzó con hándicap de 36, cada vez que juega, la tarjeta la registra el Club y saca un porcentaje. Fue mejorando y actualmente tiene 15. “Es difícil jugar igual, a veces se juega bien, a veces no tan bien, lo importante es ser constante, el golf es muy celoso y con unos días que se deje de jugar se pierde el ritmo, se batalla para pegarle de nuevo a la bola, por eso es importante no dejar de ir al campo”.
Juego leal
Cuestionado acerca de si ha estado tentado a hacer trampa, su respuesta fue: “Sí, en muchas ocasiones se presenta la oportunidad, pero uno mismo se da cuenta que es hacerse tonto uno mismo. No se gana nada quitando golpes, eso no me gusta, al final de cuentas lo importante es estar satisfecho uno mismo, a veces movemos la bola porque está feo el campo, que no se debe hacer, pero a veces por comodidad cometemos esa falta”.
Ha participado en cuatro Anuales del Campestre Torreón, en varios A Go Go del Club, ha jugado en Chihuahua, Durango, Mazatlán. Ahora se está preparando para jugar en el Torneo de Grupo Milenio, que le resulta atractivo.
“Batallaba para pegarle a la bola, no me salían los tiros y me desalentaba un poco”
“Algunos dicen que es un deporte de viejitos, sin complicaciones, pero si fuera tan fácil cualquiera ganaría un torneo”
“Aunque la regábamos mucho, lo primordial era que nos divertía jugar golf ”
“El golf es un lugar propicio para hacer negocios, pero sobre todo para hacer amistad, amigos muy sinceros”
“El mejor lugar para jugar golf en la región definitivamente es el Campestre Torreón, tiene un buen campo”
“Es difícil jugar igual, a veces se juega bien, a veces no, lo importante es ser constante, el golf es celoso y con unos días que se deje de jugar se pierde el ritmo”
José Metlich Iza
Médico y golfista