Cero impuestos
El Presidente dijo que tampoco habrá aumentos en gasolinas, diésel, gas y energía eléctrica ni aumentará la deuda pública. Gil se arrodilló y gritó: ¡milagro! A esto se le ha llamado la multiplicación de los panes sin impuesto...
Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil negociaba consigo mismo: abandonar o no el mullido sillón. Ah, la culpa: il faut travailler. Una nota de Néstor Jiménez y Enrique Méndez en su periódico La Jornada informa: no habrá nuevos impuestos a las bebidas azucaradas y alcohólicas, según ha dicho el Presidente. Es más y es menos, no habrá ningún aumento de impuestos para el próximo año, entendámoslo, son cosa del diablo neoliberal, medita Gil. Liópez Obrador anunció, de paso, una campaña contra la comida chatarra. A veces Gilga se confunde y crea laberintos en su mente. No aumentamos impuestos a las bebidas azucaradas y alcohólicas y a la comida basura, pero realizamos campañas en su contra que costarán dinero. En fon.
Le preguntaron al Presidente sobre el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a dichas bebidas para destinar los recursos a la salud, Liópez Obrador contestó: “Estamos elaborando el proyecto de ley de ingresos y presupuesto para el próximo año. Informo a los mexicanos que vamos a seguir cumpliendo con el compromiso de no aumentar impuestos ni crear impuestos nuevos”.
De pasada, el Presidente dijo que tampoco habrá aumentos en gasolinas, diésel, gas y energía eléctrica ni aumentará la deuda pública. Gil se arrodilló y gritó: ¡milagro! A esto se le ha llamado la multiplicación de los panes sin impuesto; Herrera: levántate y anda, pero rapidito porque la cosa viene fea.
Besos a los obesos
Gil lo leyó en uno de sus periódicos: “el gobierno federal lanzará una campaña ‘amplia e intensa’ de educación para la salud, enfocada a la nutrición (…) Vamos a utilizar todos los tiempos en radio y televisión para orientar a la población y fomentar la buena alimentación,quenoessinónimodeabundancia,sinodecomerbien,alimentosnutritivos. Que no significa tampoco alimentos caros”. Niabundantes,nicaros.Osea,unpocodesopaMaruchán.ElPresidentesostuvoquehay variedades criollas de maíz que vamos a preservar porque no aceptamos los transgénicos, y el frijol es “proteína de primera”. Si Gil ha entendido algo, cosa improbable, el frijol con tortilla la rifa para una gran dieta, equilibrada, nutritiva.
El problema serio es que luego el maíz habla y dice unas cosas muy raras. Pregúntenle a la senadora Jesusa: “Hola, soy el maíz y soy revolucionario”. Con mensajes publicitarios, dijo el Presidente, buscarán que no se consuman productos chatarra, una campaña “como nunca, va a ser intensa, para que no dé estatus o fama el tomar un refresco embotellado como sucede en algunas regiones del país donde tomar un refresco es equivalente a ser importante, cuando se tienen bebidas naturales, jugos de fruta, México es de los países con más producción de fruta en el mundo”. Fruta, sí; agua fresca, sí; maíz en las rocas, no.
Deporte y pocas drogas
Luego el maíz habla y dice unas cosas muy raras. Pregúntenle a la senadora Jesusa
El Presidente comentó que el consumo de comida chatarra ocasiona serios problemas que no se van a solucionar nada más con medicina preventiva.También anunció que su administración promoverá el deporte y una campaña contra el consumo de drogas que “será de moda, la otra realidad, no la de las series donde aparecen guapos, con autos y alhajas que tiene que ver con el lujo barato, sino la otra realidad, el sufrimiento”. Aquí Gil se perdió un poco porque pasamos de las aguas frescas a las drogas y a las alhajas, a la fatuidad del lujo y al sufrimiento. Gil se devana los sesos.
Embajador juarista en el Vaticano
Gil lo leyó en su periódico El Universal: Alberto Barranco ha sido ratificado por el Congresoparaasumirelcargodeembajadorante la Santa Sede. Según la nota de Citlatlli Espejel y Nadia Venegas, Barranco reconoce ser católico y juarista y por ello entiende la larga lucha por la laicidad. A ver: si Barranco ha aceptado ser embajador en el Vaticano, a Gil ni le va ni le viene, felicidades, pero que no se pase de listo y nos venda la cuchufleta de que es juarista y de no le es ajena la laicidad. No, Barranco, usted es un católico fiero y serio, muy respetable si se quiere, pero no le ponga crema a sus tacos. Bon voyage, saludos a Bergoglio, y a darse la gran vida en Roma. Y eso sí, oraciones cada noche porque si no, se va usted directo a los infiernos.
Todo es muy raro, caracho, como diría Sartre: No hay necesidad de fuego, el infierno son los otros.