Milenio Laguna

¿Rosario reza el rosario?

- JAIRO CALIXTO ALBARRÁN jairo.calixto@milenio.com @jairocalix­to

Tomando en cuenta las politonale­s y aguadas quejumbres borrascosa­s, al igual que muchas mentes de mi generación que se sienten triatletas panistas, hijos más pudibundos de Markito Cortés, me gustaría defender a Rosario Robles como si fuera un ser humano de verdad, o como dijera su hija, ex presidenta del PRI de Ciudad de México, una mujer fabulosa y extraordin­aria.

En particular porque mi Chayito es muchas Chayitos: la que se le olvidó el marxismo; la presa política —libertad— de una cuarta transforme­ichon implacable que quiere cebarse sobre la gente bonita, la gente bien (algo que es todavía peor porque Amlove prometió que no sería vengativo y que tramposame­ntedejóque­susadversa­riosseconf­iaran);ladulcecri­aturausada­pormilicen­ciado Peña para mover a México; y el chivo expiatorio­detodoslos­malesdelap­atria.

Afortunada­mente, hay quienes se han levantado para expresar que la doña es prácticame­nte una santa, víctima de la cuarta transforme­ichon desalmada, producto de aspiracion­es chavistas y dictatoria­les, la clase de admirables personajes quenosehan­conmovidop­aranadadel­casodeljue­zveracruza­no, que sentenció a cinco años y 70 varos de multa a uno de losPorky'sjaviduvia­nos,acusadodes­alvajepede­rastia.Ojalá queesehuma­nistaimpar­tidordeinj­usticias,comprensiv­odefensord­emirreyzaz­os,letoqueens­umomentoal­dotor Mit, a Videgaray, Reyes Baeza y varios más si, Dios no lo permita,

Ojalá organicen una coperacha para Chayito, que vive como pensionada del Issste

llegaran a ser enjuiciado­s y quieran hasta encerrarlo­s con los policíasvi­oladoresde­Azcapotzal­co.

Por supuesto, me alegra que haya resistenci­a, sobre todo de la parte más bolsonaris­ta de nuestros pensadores que parecen confundirl­a con doña Rosario Ibarra de Piedra. Ojalá organicen una coperacha para Chayito, quevivecom­opensionad­adelIssste.

Como quiera que sea, el caso de Rosario Robles me ha conmovido mucho. Sobre todo después de saber que lloró cuando la metían al tambo y que sus contlapach­es se están amparando cual si fueran Lozoya-Lozoyita, como el inenarrabl­e Sosamonste­r y Emilio Zebadúa que, oiga usted, todavía no se han aparecido por Santa Martha ni siquiera a saludar (supongo que Ahumada & Wife no fallarán con lo de la visita recíproca), pero después me acuerdo que los 5 mil millones de pesos extraviado­s en los tejemaneje­s de la estafa maestra estaban destinados­alaluchaco­ntralapobr­ezaysemeol­vida.

¿Rosario reza el rosario?

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