Argentina y las lecciones del kirchnerismo
Primera oleada de la izquierda en AL llegó, triunfó y fracasó
En noviembre del año pasado, el grupo Nexos convocó en México aun grupo representativo de aquellos que protagonizaron la oleada de gobiernos progresistas en el sur de nuestro continente para unos días de conversación, presentaciones en la FIL y textos que protagonizaron el número de diciembre del 18 de la revista.
Escuché y conversé en aquellos días con Alberto Fernández, ahora ganador
de la primera ronda de elecciones en Argentina y muy probablemente el próximo presidente de aquel país. Fernández fue jefe de gabinete de Nestor Kirchner y unos meses de Cristina, a la que le renunció y de quien se volvió crítico.
Inteligente y claro, Fernández tiene la perspectiva de quien ya vio la primera oleada de la izquierda llegar, triunfar y fracasar.
Su crítica a Cristina la resumen bien estas líneas: “Cristina le dio su propia impronta a la tarea de gobernar y a diferencia de lo que caracterizó a la gestión de su marido, ella agudizó las contradicciones con distintos sector es sociales y políticos. Lo ideológico adquirió día a día más prominencia y la administración inició una etapa de relaja miento que acabó verificándose en los resultados económicos. La aplicación de una política maniquea a partir de la cual se definieron amigos y enemigos del poder convirtió al país en un centro de permanentes disputas siempre irreconciliables ”.
Y de alguna manera ya anunciaba en el texto de Nexos el centro de su propuesta: “Elp roces ok ir ch ner is ta vivido en Argentinademuestra que deben existir proyectos sólido sala hora de administrar economía s débiles capaces de preservar el rigor fiscal y una apertura inteligente en busca de inversiones productivas. Terminarcon la concentración de los mercados es una tarea esencial. Además, esos objetivos,aunque afecten intereses en pugna, deben ser alcanzados con firmeza pero preservando un clima de respeto y convivencia democrática.
“Marco Aurélio García, ese maravilloso dirigente brasileño que militó en las izquierdas de Sudamérica, se preguntó alguna vez qué le había pasado al progresismo que cuando estaba fuera del poder porno tenerlos votos tenía muchas ideas transformadoras, y después, cuando estuvo en el poder por contar con muchos votos, se fue quedando sin ideas. Tal vez en las líneas que preceden este final esté la respuesta a su interrogante”.