El nuevo beisbol mexicano
Muchos años antes de que el presidente Andrés Manuel López Obrador ayudara a que se pusieran enormes reflectores en el beisbol mexicano, la Liga profesional de verano y la Liga profesional del Pacífico, podían ser catalogadas como atractivas y exitosas.
No es algo que solo digan los buenos números de asistencia a sus estadios, los numerosos juegos que componen sus calendarios en fase regular y playoffs… Su mercadotecnia en crecimiento… Basta con acercarse, con darse el lujo de ir a un estadio (o parque, como mejor se entiende en el argot beisbolístico), para darse cuenta de las celebraciones festivas que habitualmente son los partidos. Se ve buen beisbol… Y la gente se divierte y desahoga.
Lo he vivido en la Liga del Pacífico… En plazas como Culiacán y Mazatlán… Y lo he vivido en la de verano, en plazas como Cancún, Puebla, Ciudad de México.
Es maravilloso que este esfuerzo continuo de muchos hombres de empresa, de muchos destacados deportistas, se vea potenciado por el gusto del Presidente de la República, y más allá del gusto (le fascina jugar cada que puede este deporte), por la unión que ha generado, por el interés que ha provocado en muchísima gente que veía un poco de lado el desarrollo de estas ligas y las academias o competiciones amateurs de niños y jóvenes.
Es de destacarse el involucramiento reciente de nuevos empresarios a los que distingue, por encima de cualquier otra visión o interés, su gusto por el deporte… Solo así se puede explicar la decisión de invertir en un deporte al que el futbol ha relegado a un segundo espectáculo.
Ayer en Monterrey se reunieron propietarios y presidentes de los equipos de la Liga Mexicana de Beisbol. Creo que nunca se habían reunido o si no hace muchísimo tiempo que esto no sucedía. Conociendo a muchos de ellos, solo puedo adivinar que vienen muy buenos tiempos para este deporte en el país.
Y que hayan involucrado a Fernando Valenzuela como Comisionado me parece grandioso.
Solo puedo adivinar que vienen muy buenos tiempos para este deporte en el país