El compromiso no acaba en septiembre
Septiembre, como mes de la Patria, lleva un componente militar histórico y, por supuesto, simbólico.
Comienza con los actos heroicos del 13 de septiembre de 1847. Sigue el día 15, con la celebración del inicio de la guerra de Independencia, para amanecer el 16 con el desfile cívico-militar que, el lunes próximo, promete superar las expectativas de todos los mexicanos que acuden a convivir con sus fuerzas armadas. Termina el día 27 con la conmemoración de la consumación de la Independencia en 1821.
Septiembre se convierte en el mes del orgullo nacional; sin embargo, lo importante es comprender qué hacer con ese sentimiento que se tiene por ser mexicano.
Para los cadetes del Heroico Colegio Militar, el orgullo se transforma en servir a México, pero también en lealtad a su institución y al Presidente de la República.
Ayer, en el 172 aniversario de la Gesta Heroica de los Niños Héroes, le tocó a la cadete de tercer año Irma Lorena Loza el mensaje a nombre de sus compañeros, en el cual le dijo al Presidente: “que la nación requiere jóvenes más preparados, más seguros y más comprometidos con México”.
“México—reafirmó la futura oficial—vive tiempos de cambios, que requieren de ciudadanos comprometidos, para hacerles frente y, de esta forma, alcanzar con paso firme el pe rene progreso del país ”. El mensaje no puede ser más oportuno, ante los últimos eventos donde se intenta humillar y golpear soldados, se supone hechos por ciudadanos, por seres humanos que prefieren ser escudo y base social de grupos delictivos que en verdad comprometerse con su comunidad, ya no digamos con el país.
Este mes se comprueba nuevamente que para los militares no importa la ideología ni mucho menos el proyecto de nación. En su discurso, la cadete refrendó al Presidente :“Como estudiantes militares y como pueblo uniformado apoyamos su proyecto de nación.
“El día de hoy, refrendamos nuestra lealtad y compromiso con México, con usted y con la sociedad. Nos comprometemos a mantener toda nuestra voluntad y trabajo para recompensar la confianza depositada en las fuerzas armadas”.
A través de esta joven cadete, las fuerzas armadas en su conjunto nuevamente recuerdan al Presidente que cualquier acción militar está dirigida exclusivamente a fortalecer al país.
También, y muy importante, el mensaje de los cadetes al Presidente y al pueblo se centró en la importancia de la educación que ellos han recibido, como base, para no solamente comprender, sino también fomentar el respeto a los derechos humanos.
Los soldados de tierra, mar y aire tienen un nivel educativo por mucho mayor al que se tenía hace 10 o 20 años. La educación y la comprensión de su responsabilidad como militares y funcionarios públicos les hace ser conscientes de no abusar del pueblo.
Los militares en México no reprimen, al contrario, generan condiciones para que quien quiera manifestarse lo haga libremente. Algunos regímenes centro y sudamericanos de hace 40 años reprimían vía las fuerzas armadas a grupos que ideológica o políticamente les eran contrarios. Eso era represión.
Ningún grupo criminal en México representa fielmente al pueblo de México. Ningún grupo criminal en México tiene fines ideológicos o sociales que apoyen el desarrollo social ni de los mexicanos ni de México.
Los criminales no son ciudadanos. Ese derecho lo pierden cuando delinquen… cuando no se comprometieron con México.
Los criminales no son ciudadanos; ese derecho lo pierden cuando delinquen