El tiempo y lugar correctos
Mucha gente cree que en el coordinado sistema del mundo existe un punto perfecto en el que tiempo y espacio logran un acuerdo. Esto incluso es lo que lleva a esta gente a viajar, a dejar sus hogares atrás, con la esperanza de que moviéndose alrededor de esta superficie caótica acrecientan las posibilidades de que ocurra este punto de acuerdo. Aterrizando en el momento correcto en el lugar correcto —aprovechando la oportunidad, atesorando el momento sin dejarlo escapar— significaría que se ha descubierto la clave de la caja fuerte, se ha revelado la combinación, se ha expuesto la verdad. No más pasar de largo, no más navegar entre las coincidencias, los accidentes y las vueltas del destino. No tienes que hacer nada; tan solo hacerte presente, acceder a esa sola configuración de tiempo y espacio. Entonces encontrarás a tu gran amor, felicidad, un billete de lotería ganador, o la revelación de ese misterio que en vano nos ha estado atormentando por años a cada uno de nosotros, o la muerte. Muchas veces por la mañana uno incluso tiene la impresión de que ese momento está cerca, y de que el día de hoy tiene que ser el día en que llegará.
admitieron que se trataba de una expedición muy larga y ardua, ciertamente no para cualquiera; tan solo, de hecho, para los más valientes. Pero continuaban siendo pocos los interesados. Para no quedar en ridículo, los ministros simplificaron su proclamación: de hecho, cada viaje podría ser considerado una Expedición al Polo Norte. Incluso un breve traslado. Hasta un paseo en un carruaje de pasajeros.
Supongo que en estos días hasta un trasbordo en el metro podría contar.